La Hermandad de los Espumosos
Artículo de opinión / 13 de abril de 2024

El concepto de hermandad no necesita explicación. Del de espumosos daré una matización. La espuma es aquello que produce una materia pero que «carece de importancia, consistencia o profundidad» en esa materia. La hermandad de los espumosos es la junta de personas que en el ámbito de una materia merodean por el entorno sin entrar en profundidades, por lo que suena inconsistente lo que dicen y es de escasa importancia lo que hacen en la materia que tratan. En la cuentística española existe una hermandad de espumosos que nunca terminan de entrar en materia, que divagan, vegetan, se autoperciben como cuentistas y se adulan mutuamente. Y es que en materia de cuentos parece que todo está permitido precisamente por la ausencia de rigor que ennoblece a esta materia narrativa. Y aparecen los iluminados, que con el paso del tiempo forman una hermandad, apoyándose unos en otros para construir una catedral de espuma. Critico a esos cuentistas que escriben composiciones cortas que hacen pasar por narrativas, pero que no cuentan nada por carecer de acontecimiento; son relatos que muestran una escena como si fuera un cuadro estático –un posado o una naturaleza muerta–, y refieren divagaciones, elucubraciones, ensoñaciones, vaguedades, evocaciones, reflexiones,…

La teoría de la croqueta
Artículo de opinión / 2 de marzo de 2024

Todo el mundo sabe que una croqueta es una masa de besamel que lleva trocitos de jamón, de pollo, de pescado o de algún otro alimento, rebozada en huevo y pan rallado y que se fríe en aceite muy caliente. Las croquetas son cilíndricas, oblongas… Pero es posible jugar con la forma y hacerla esférica, como si fuera una albóndiga. Puedes hacer una croqueta con forma cúbica (como un dado), o semiesférica, o le das forma de cilindro oblicuo, o de cilindro truncado, o de cilindro con bases elípticas, o de cilindro cúbico (igual altura que diámetro), o de disco, o también de paralelepípedo, o incluso de toro (como una rosca), o darle forma de bala (o supositorio). También podrías intentar, con un molde de galletas, darle a tu croqueta forma de estrella… Puedes jugar con estas formas, que mientras sea una masa de besamel con trocitos de alimentos y rebozada en huevo y pan rallado y la frías en aceite muy caliente, cualquiera que la coma la identificará como croqueta porque sabrá a croqueta. Será una croqueta mientras mantenga su esencia. Si no es una masa de besamel o si no la rebozas o si no usas huevo y…

Cabe contar, pero hay que contar algo nuevo
Artículo de opinión / 17 de febrero de 2024

Los cuentos deben contar algo. Lo vengo dejando claro en un sinfín de artículos en esta bitácora. Esos textos atmosféricos, lisérgicos y oníricos como llama Eloy Tizón a lo que él evacúa no son cuentos. A él mismo le da rampa decir que escribe cuentos. Lee el recorte de prensa que su propio editor exhibe. Recuerda que su amigo Alberto Olmos se fue de varetas diciendo que ET era el mejor cuentista español de todos los tiempos. Y es que quien tiene un amigo tiene un tesoro, aunque ese amigo sea un bocachancla que no tiene mucha idea de lo que es el cuento, y tuviera que correr a desdecirse cuando recordó que poderoso caballero es don dinero. Pues ese mismo Olmos ha escrito un cuento por encargo. Los cuentos por encargo no suelen funcionar y acaban siendo textos planitos por mostrar ocurrencias de última hora, cosa que cualquier cuentista sabe muy bien (en el enlace te dejo un cuento excepcional de Stig Dagerman escrito por encargo). Tengo que suponer que como profesional plumífero que es no lo habrá escrito gratis, pues eso degradaría el esfuerzo del gremio de los artistas profesionales, ya que todo trabajo creativo debe pagarse, y…

A qué llamo novelar una historia breve
Artículo de opinión / 10 de febrero de 2024

« Ve al artículo anterior Voy a mostrarte tres cortes de Aquí no eres un extraño, libro de Adam Haslett donde se ofrecen 9 noveletas. Son textos breves –porque se leen de una sentada– que no se pueden llamar cuentos. Ni por su extensión, ni por su tratamiento. He elegido sin mucho mirar tres párrafos de sendas noveletas del libro. Después de que los repases te concretaré qué veo yo en cada párrafo que lo aleja del género del cuento. La traducción es de Eduardo Hojman. Adam Haslett – Aquí no eres un extraño • El fin de la guerra (página 39) Diez veces, quizá hasta veinte, se ha sentado en el sillón de un médico para responder a la misma batería de preguntas: cómo duerme, su deseo sexual, su apetito y su sensación de desesperación. Y él ha dicho que sí, que recuerda que un tío y una abuela suyos parecían más infelices de lo normal; y luego, sí, estaban sus padres, que se divorciaron; su madre, que siempre bebía bastante después de cenar; y no, no oye voces ni cree que exista una conspiración contra él. Al final de cada hora oía unas breves palabras del médico sobre…

La facundia narrativa
Artículo de opinión / 3 de febrero de 2024

En el último artículo proponía el término noveleta –de uso en el mundo editorial– para esas narraciones cortas que, al gusto de la anglosfera, están escritas de forma más novelada que contada. Ya he dicho muchas veces que el cuento tiene unas características intrínsecas, y que si un texto no respeta esas características no es cuento. Será otra cosa, pero no podemos llamar cuento a toda narración breve. Siquiera sea para no dar gato por liebre a los lectores. Es curioso que quienes se saben incapaces de escribir cuentos siguiendo las especificaciones que conforman este género narrativo son quienes piden «romper los corsés» que ellos dicen sentir para evacuar sus creaciones. Experimentación lo llaman, demostrando que ni les da el magín para escribir cuentos ni tienen caletre para escribir novela. Sólo paran mientes en la demolición del género. Eloy Tizón abandera a estos nuevos ninis (nicuento-ninovela). Ya le he dedicado un bisturí de laaguja mostrando su incapacidad para escribir cuentos y literatura (lo de que los personajes tienen derechos y merecen que se respete su dignidad le señala como un desnortado escritor que ha perdido el equilibrio entre realidad y ficción). Si el cuento se considera un género literario es…

Cuento, relato, noveleta
Artículo de opinión / 27 de enero de 2024

En algún lugar leí, hará cien años, que los chinos (los de antes, los milenarios) decían que el principio de la sabiduría radica en dar a las cosas el nombre apropiado. Y algo de razón deben tener, porque si no damos un nombre a un concepto no es posible referirse a él más que explicándolo, lo cual es farragoso de entender y tedioso de exponer. Pero ha de ser el nombre apropiado. He dejado por aquí varios artículos donde utilizo el sintagma «relato» para referirme a los textos breves que, escritos al gusto de la anglosfera, no considero cuentos, primero porque no cuentan nada, y segundo porque están escritos de modo novelado. He expuesto más características de estos relatos anglosféricos en otros artículos, pero no es cuestión aquí de volver otra vez sobre ellos porque toca avanzar. El cuento se caracteriza por contar algo con economía de recursos narrativos. Según explicaba el maestro de cuentistas Meliano Peraile, el cuento debe tener entre 3 y 10 páginas (economía de recursos). Todos entendemos que no hablaba de medidas matemáticas, sino de longitudes estimadas. Más o menos entre 3 y 10 páginas. Pero entonces, ¿qué pasa con esas narraciones que se van a…

Apostillas a Cómo comentar cuentos
Artículo de opinión / 13 de enero de 2024

En mi artículo del sábado pasado te proponía tres sencillas directrices para comentar cuentos con criterio en tu club de lectura. Me quedó una cuarta pata para esa mesa, que me iba a alargar el artículo: la histórica D — La vida del autor y su obra es el cuarto aspecto sobre el que habrás de razonar para comentar el cuento. Si el sábado pasado fui parco, aquí voy ser prolijo por aquello de abrirte vías para que veas dónde pisar. Si esta línea de análisis puede serte útil, lo será sólo como apoyo de las tres anteriores. En realidad este cuarto apartado es el primero que despejo: antes de ponerme a leer un cuento leo una semblanza del autor: no es lo mismo que la crítica feroz que contiene El diente roto la haya escrito un exconvicto que ha pasado injustamente veinte años encarcelado por un error del sistema que un político y diplomático como Pedro Emilio Coll. También juzgo interesante que te enfrentes al cuento sabiendo si es una traducción o lo vas a leer en versión original. No te dejes llevar por los apellidos, que pueden funcionar como los falsos amigos que tienen los traductores: Leonora Carrington…

Cómo comentar cuentos
Artículo de opinión / 6 de enero de 2024

Veo clubes de lectura muy bienintencionados que no acaban de tratar con cuentos. Lo diré otra vez: el género del cuento es ideal para trabajar el análisis literario en grupo. De sobra sé que no es necesario terminar una novela para hacer la puesta en común. Pueden irse comentando capítulos y mantener así una lectura pareja para todo el grupo. Pero lo que para unos es estimulante y alentador para otros es desilusionante y una agonía viendo que aún quedan más de cien páginas por leer de un texto que se le ha hecho farragoso, por no decir infumable. Un cuento también se le puede atragantar a cualquiera, pero viendo que quedan tres páginas un lector medio se anima a terminarlo. Tras la lectura, llega la salsa de los clubes de lectura: los comentarios. Hay que enseñar a los participantes a salirse del me-gusta/no-me-gusta, y del está-bien-escrito, está-bien-contado. Cada vez que veo a alguien diciendo que tal cuento «está bien escrito» tengo la sensación de que está aprobando la calidad de un cuento de Chéjov, de Cortázar o de Márquez… ¿De verdad es necesario decir que está bien escrito un cuento de Onetti? ¿O que está bien contado un cuento…

De cómo destruye un deus ex machina
Artículo de opinión / 1 de enero de 2024

Sigo con la antología Cien años de cuento (1898-1998) de José María Merino y llego a la aportación de Manuel Longares (1943), que firma un texto breve titulado Livingstone que NO puede considerarse cuento sino relato bajo los estándares que vengo observando en mis artículos sobre la diferencia (artificiosa por supuesto) entre unos y otros. Quizá más que relato, es un cuento fallido, truncado, malogrado. Ya te he explicado otras veces que las líneas que separan estas construcciones del intelecto humano son como los meridianos, que no existen, que son ideales, arbitrarias, pero nos valen para parcelar zonas horarias, agrupar conceptos similares. Este cuento está narrado al sabor anglosajón, con características que ya he detallado antes: tendencia a novelar la historia (no van al grano, divagan dando detalles irrelevantes para la historia, se explayan en descripciones de trasfondo), ausencia de acontecimiento, predominancia de las emociones por encima del razonamiento, y son textos eufónicos –el lenguaje opaca el mensaje– que buscan la identificación del lector con lo que se le dice a través del imaginario (y el vivenciario) común. Esto es literatura para entretener ociosos y gentes conformes, no para alimentar mentes sedientas de saber, que saldrán a confrontarse con la…

La eufonía no hace literatura (y II)
Artículo de opinión / 17 de diciembre de 2023

Lee la primera parte de este artículo. Ya he dicho que uno de los obstáculos para el seguimiento del cuento por los lectores es la indefinición que surge en España en la década de los últimos años sesenta llamando relatos a los cuentos: «enredo terminológico-conceptual» lo llama Medardo Fraile en su antología Cuento español de posguerra. Espero que asignando el nombre de relato (ya en uso) a un subconjunto de los textos breves el tal enredo se aclare para los lectores, pues en mi opinión fue el origen de la diáspora de los cuentoheridos, que abandonaron la lectura de cuentos al no encontrar cuentos que leer y abundar estos relatos que no cuentan nada. Si llamamos relato a toda historia breve, es normal que el lector medio no pueda encontrar lo que quiere leer (como dice Merino en su prólogo, hasta a un atestado de la Guardia Civil le cabe el nombre de relato). Si el lector busca cuentos y le dan relatos, huirá amoscado porque no quiere leer textos insustanciales. Cuando le den relatos una vez y otra, y una vez más, desistirá de buscar aquellas historias que le han hecho pensar, plantearse la realidad desde otra arista y…

La eufonía no hace literatura (I)
Artículo de opinión / 16 de diciembre de 2023

En los clubes de lectura hay socios que sólo saben opinar que el cuento analizado «está bien escrito» (el texto) o que «está bien contado» (la historia). Al lector, mero aficionado a la lectura, le cuesta salirse del maniqueo me-gusta/no-me-gusta que ha impuesto el (binario) lenguaje de Internet a una sociedad que antes era múltiple y dispar, porque nunca hemos sido todos iguales, digan lo que quieran ciertas ideologías. El lector medio reduce su opinión literaria (que no crítica literaria) a emociones y sensaciones, olvidando que puede razonar. Quizá sea que dé pereza razonar, mientras «sentir» que algo gusta o disgusta lo hace cualquiera. Cualquier chisgarabís tiene una opinión, y para darla apelará a sus emociones: nunca argumentará razones. No es lo mismo demostrar que se es tonto de capirote por no saber razonar que sentir algo diferente de lo que sienten los demás. Y como Internet nos iguala a todos, y todos valemos lo mismo para Internet, la opinión de alguien con conocimientos vale lo mismo que la de un picapleitos metido a opinar de lo que no sabe, verbigracia, sobre el arquetipo de la mujer fatal (ejemplo tomado de la vida misma… le ocurrió a mi padre, que…