Así veo mis cuentos

6 de enero de 2018

Críticos reconocidos y reputados escritores emparejan cuento y poesía parangonando la belleza que emana de ambas composiciones. No es sabio contradecir a la elite de las justas literarias. Y yo debo reconocer que mis cuentos carecen de la belleza que aporta el sello del poeta.

Soy consciente de que no me ha sido dado alcanzar el embeleso del requiebro literario. Pero honestamente creo que ese bello envoltorio desluciría el tipo de cuento que me place escribir. Mis cuentos son desabridos, y para lucir entiendo que deben ser ajenos a florituras, aunque de vez en cuando me pueda caer en ellos una fragancia por aquí o un acorde por allá.

Mis cuentos crudos mantienen con los cuentos bellos la misma relación que pueden tener una linda mujer o un hombre hermoso con un cuerpo burdo y tosco. Pero si los desollamos y dejamos a la vista el primer armazón, el de músculos y tendones, encontraríamos escasa diferencia entre un cuerpo de perfectas proporciones y otro deformado por las duras labores en la mina o la cantera, maltratado por las insanas y repetidas faenas en una chalupa o detrás del arado. A la vista el esqueleto muscular, sólo el fisiólogo es capaz de apreciar la belleza de lo que cuenta las estrías de un bíceps forjado a base de pico y pala o en el remo galeote, aunque las deformidades del conjunto desmerezcan de las áureas proporciones propugnadas por el canon.

Así veo yo los cuentos que escribo. Intentan mostrar el oculto mecanismo que mueve las voluntades humanas, mecanismo que, expuesto, puede resultar horroroso… salvo para quien es capaz de encontrar belleza en las miserias de que estamos hechos.

Si un cuento mío te remueve el ánimo, si tras su lectura le dedicas un tiempo a pensar en él, entonces estoy alcanzando mi objetivo. Escribir para que te deleites con prosa sin un mensaje que te conmueva la inteligencia, no va conmigo. Escribo para personas formadas, con criterio y opinión propios, con las neuronas curtidas por lecturas y reflexiones.

Al grueso de la población, cuando menos, les rechinan mis cuentos, si no es que les horripilan. ¡Qué le voy a hacer si el público no quiere mirar a un espejo…! La única consecuencia es que no encontraré editor. Pero yo me seguiré divirtiendo mientras los escribo.

En este blog encontrarás mis cuentos no publicados en libro digital. Hay descartes pero también candidatos a entrar en ellos. Y en este momento te ofrezco la descarga gratuita de dos libros digitales.

Edito 07.12.2019: He ido subiendo los cuentos que aquí publico también en formato HTML (letra clara sobre fondo oscuro para que descanse la vista) para que los puedas leer directamente en el navegador. Los estoy puntuando de una a tres estrellas en función de la redondez del texto y de la fuerza de la historia que cuenta, siendo tres el nivel medio actual que creo tener en el arte de contar cuentos. Los que pueda haber puntuado con más de tres estrellas me los voy a reservar de momento.

Puedes seguir mi página de autor en Amazon.

Y ahora también estoy en Mastodon.

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