Hace unos meses criticaba la pregunta del simplón. Tiene que ser triste hacerse una carrera de ¿ciencias? de la información para acabar preguntando a un escritor desde cuándo lee o desde cuándo escribe.
Pero mostraba en el artículo enlazado arriba que a pregunta tan estúpida como esta se le oponían respuestas cargadas de estulticia, iniciando una carrera por remontar los orígenes lectoescritores a la más tierna infancia en busca de un pretendido pedigrí que a nadie importa. Y que siempre son escritores de medio pelo, engañanecios, los que salen con esta falacia…
En la entrevista que ahora traigo quedan superadas todas las expectativas con una respuesta delirante a una pregunta sencilla cargada de buena fe. El tipo, el boboplón, debe de estar acostumbrado a dar una respuesta enlatada y aunque no viniera a cuento la ha soltado. Y hete aquí que ha ganado esa carrera especial para seres estólidos:
-¿Quién te enseñó a leer?
(…) Yo antes de nacer ya tenía libros en mi habitación.
Y el fatuo del mes es… Francisco de Paula, alias Blue Jeans, otro escritor-hongo surgido de las lluvias de bites en las praderitas del Amazon y similares. Que sí, chaval, que pagas todas tus facturas con los libros que vendes. Pero somos legión los que también pagamos nuestras facturas de forma legal y evitamos ir de pardillos por ahí diciendo sandeces.
EDITO 12.09.2024:
Creo que será mejor que vaya agrandando esta entrada que llenar la bitácora de retales, porque la verdad es que no sigo estas memeces. Ayer me topé con una ya viejuna:
4- Hernán Díaz, al que le han dado un Pulitzer y el tipo anda preñadito de sí mismo (los premios se dan pero nunca se sabe por qué motivos, porque la calidad es lo de menos como todos sabemos). En el primer párrafo ya nos topamos con la grosera ordinariez de moda:
Hernán Díaz empezó a escribir antes de que le enseñaran a hacerlo. Ya en su primera infancia, cuando todavía no había pisado un colegio ni aprendido los fonemas representados en el alfabeto, el futuro ganador del premio Pulitzer garabateaba signos ininteligibles en papelotes y después corría hacia su madre mientras gritaba: «¡Mira, mamá! He escrito un cuento».
Y ambos se han quedado tan anchos: el entrevistado diciendo tamaña estupidez y el entrevistador replicándola. Que lo del tal Álvaro Colomer o bien es una psicopatía o bien se lo pasa bomba ridiculizando a estos escritores que se mirlan (observa las fotos que acompañan la pieza cobrada). Lee la autopresentación que se marca el Colomer:
Álvaro Colomer sigue empeñado en desvelar el mito fundacional oculto en la biografía de los escritores, es decir, indagar en los orígenes de su vocación, en el germen de su despertar al mundo de las letras, en el momento exacto en que sintieron la llamada no precisamente de Dios, sino de algo todavía más poderoso: la literatura.
Esto de hablar de sí mismo en tercera persona en su propia columna también es enfermizo… y pegadizo: será que laaguja está fuera de las modas y tendencias actuales…
Se me hace cansado seguir el husmo a este tipo si hace siempre este tipo de preguntas.
EDITO 17.11.2024:
Otro más para este bote de preñaditos de sí mismos… Amor Towles (con ese nombre, ¿qué quieres…?).
—En realidad, escribo ficción desde que soy un niño.
Queda claro que éste también quiere para sí el pedigrí de escribidor con abolengo.
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