Pues al final me he lanzado… a la piscina o a la mar océana, ya lo averiguaré al final de la singladura. Y digo singladura (1. f. Mar. Distancia recorrida por una nave en 24 h, que ordinariamente empiezan a contarse desde las 12 del día) porque ya veremos lo que tardan en cerrarme esta página de Facebook. Todos sabemos que hay personas que se sienten reforzadas por la masa en toda su estupidez. Sí, he vuelto a abrir una página de Facebook… a la fuerza ahorcan. Esta vez no es una página de autor, sino de mi libro de cuentos Ciudad Perro, y ello porque he publicado Ciudad Perro en papel. Todavía no está el libro a la venta porque esta semana me llegan las galeradas. Pero si todo está bien hecho, en cosa de diez días podrás comprarlo. Ya avisaré por aquí. De momento te invito a visitar la página de Facebook de Ciudad Perro. Si puedes darme un pulgarcito (👍) y hacerte seguidor de la página, te lo agradezco mucho. Está «en obras», que decíamos en los años noventa cuando estábamos construyendo una web y la íbamos subiendo para probar el resultado de los cambios. Pero ya…
Algunos amigos tengo todavía con los que me escribo aprovechando las NNTT, desde el arcaico correo electrónico hasta el ágil Telegram (por algún motivo el SMS se ha caído de nuestra panoplia). Nos hemos prohibido enviarnos memes y vídeos de chavalas que no son de verdad. Algunas veces hasta nos llamamos por teléfono. Eso sí, si alguno llama es, invariablemente, para invitarme a comer. Pero a veces llegan cartas (electrónicas) que me provocan una sonrisa lateral. El que ha llegado esta mañana ha logrado que a medida que va pasando la tarde la sonrisa me va llegando de oreja a oreja. Y como no me quito el gesto bobalicón de encima voy a ver si recupero mi serio rictus habitual transcribiéndolo aquí. Hola amigo: No me preguntes por qué, ni me riñas, pero he caído en lo que tú más criticabas: me he metido en un club de lectura de cuentos. Llevo sólo unos meses, pero ya voy viendo que entre los lectores del club se dan ciertas afinidades y adherencias. Entrar en estas comunidades cerradas es sencillo, pero ser aceptado de verdad cuesta un potosí. Y si llegas queriendo comentar algo desde el escaso punto de vista literario que…
Lo voy a hacer ahora: en unos minutos voy a eliminar mi cuenta de Facebook, por torticeros. No me han dado nada, y lo poco que yo les haya podido dar es mucho más de lo que ellos me darán nunca. Además de quedarse con una ristra de datos personales que recolectan arteramente o/y con nuestra connivencia y dejadez. A los amigos que me siguen, tomad nota de la dirección web de esta bitácora y pasaos de vez en cuando a leerme y echar unas risas. Si dejamos que este atajo de desaprensivos nos condicionen la vida luego no podemos quejarnos del futuro que nos espera… o que nos tienen preparado, por mejor decir. EDITO: Ya está borrada. Después de avisarme de que si borro la cuenta la acción es irreversible y se pierde todo todo todo, ahora van y me dicen que si en 30 días quiero volver a entrar, puedo recuperarlo todo… maldita mercadotecnia… Lo que decía, arteros, torticeros y capciosos. En fin, es su empresa y viven de extraernos la información de nuestros hábitos y comerciar con ella. La psicología social se basa en que no se puede predecir lo que hará una persona pero sí lo…
Nunca he estado entusiasmado con el Facebook. Lo he dicho en otras ocasiones. Soy hombre-blog, y comencé a dejarme sentir en la Internet en realidad hace cuatro días, a mediados de 2004, pero a la velocidad que vamos parece que tengo la veteranía de un furriel con cien batallas. Surgieron lo que conocemos como redes sociales cuando los blogs cobraban protagonismo, movimiento este del blog al que los políticos temieron (dejando para el recuerdo alguna vergonzosa iniciativa parlamentaria recogida en el boletín de las Cortes) y que han logrado sojuzgar al crearse ruido en la ReD con blogs palmeros e inútiles que ni opinan ni proponen, sólo dan testimonio de las frívolas veleidades de cada mameluco vecino. Y por ese mismo discurrir es que se han ido las redes sociales, en concreto el Facebook, que se ha convertido en una verdulería donde cualquier mentecato puede exigir su derecho a opinar para decir contrastadas majaderías, como que la Tierra es plana o como que los animales tienen derechos. Pero como uno anda ocioso a veces, fui y caí en la tentación y me hice un facebook hace dos años y medio. No voy por ahí mendigando megustas ni amistades (aunque reconozco…
Hace una semana se me ocurrió toquetear en un plugin para eliminar las revisiones del WordPress, porque el que tenía (que me funcionaba) habían dejado de actualizarlo hacía ya un año y pico. Previendo futuras incompatibilidades con el CMS instalé uno que me ha ido bien. Pero llegó el día del zarpas y activé en el nuevo plugin una opción que venía deshabilitada por defecto. Y zas… la zarpa. Noté que la administración del blog tenía un comportamiento anómalo. Intenté reponer la base de datos que previamente había salvado, que uno es zarpas pero todavía no es tonto… (además, lo recomendaba el plugin), pero cuando metes la gamba suele venirse abajo el dominó entero: el phpMyAdmin no me cargó completa la base de datos. Cágate, lorito… (y el lorito se cagó). Asustado, pedí ayuda a mi empresa de alojamiento. En un santiamén me lo tenían solucionado. Peeero… Al reparar lo que había zarpeado, detectaron un fallo de configuración. Estaba redireccionando las URL del blog a http, cuando sus servidores usan el protocolo mucho más seguro https (y mira que lo habían avisado en una de las circulares). Así que tras pedirme permiso para toquetearme la base de datos me lo…
Pues mira que no soy para nada conspiranoico, aunque mis manías reconozco tener. Pero me han borrado (o se han borrado) las dos últimas réplicas que en el Facebook hago a los artículos subidos a este blog. Ayer estaban. Hoy no están. Curioso. Mi último artículo lo intitulé Homenomejodas, y por la chabacanería del título que ya reconocía en la introducción no habrá sido. En el artículo anterior criticaba no sin acidez el Plan Nacional de Lectura. ¿Será que ha molestado a alguien que sea crítico con Pedro Carapiedra, el actual presidente del gobierno español, y su satélite Pablo Marmolflauta? Vaaaya… Si ha sido por eso me alegro mucho, la verdad. ¿Tendré que buscar a los antagonistas políticos gobernando en alguna taifa autonómica para demostrar que critico la mediocridad independientemente del color del carnet de los tipos y tipas (aquí sí que conviene desdoblar) que nos desgobiernan? Pues si esto les ha molestado, ya verán las que están por venir. FUERA MIERDOCRES. Me haría mucha ilusión comprobar que me han borrado esos dos enlaces y no que se hayan borrado misteriosamente. Aquí están otra vez, y si me los vuelven a borrar los volveré a subir. Señores de Facebook, no…
La dirección de esta web es: https://www.losangesable.es/ y está alojada en el subdominio: https://miscuentos.elespectador.eu/ Dado el revuelo que han organizado nuestros políticos europeos con las policías de privacidad que no políticas de privacidad, complicando lo que en esencia era sencillo y se hacía automáticamente (y que nos parece muy bien que nos hagan comunicarnos entre todos una serie de parámetros técnicos que la gran mayoría ni entendemos ni nos importan, pero bien podría ser que, ya que nos obligan, llegáramos a entenderlos y a tenerlos en consideración y alta estima), hemos decidido suprimir los comentarios en todas las entradas que se publiquen en esta bitácora. Si quieres enviarnos algún comentario, te atendemos en este correo electrónico . Cortando, así, por lo sano, esta bitácora no recoge ningún dato tuyo: ni tu IP, ni tu nombre ni tu nick, ni tu correo electrónico, ni tu web, ni el navegador que usas ni la web de la que procede tu visita, ni deja una cuqui en tu PC para reconocerte cuando vuelvas por aquí tras haber comentado. Empero, WordPress nos dice que te digamos: Sobre las cuentas de WordPress.— Si tienes una cuenta (de WordPress) y te conectas a este sitio, instalaremos una…
Todos insistían: «Abre una página en Facebook»… «Todo el mundo está en Facebook»… «No seas carca y métete en Facebook»… Algunos hasta con acritud: «O estás en Facebook o no existes»… «Si no estás en Facebook no vales nada»… Todos saben que ni me gusta el Facebook ni lo entiendo, y es posible que ambas cosas se alienten entre sí para que la urticaria que me produce alcance el grado de severa. Qué le voy a hacer… Soy hombre-blog; desde casi los comienzos de la blogosfera (allá por 2004). Y tengo claro que el blog es el centro y el Facebook la periferia. Pero tan cierto es que hay que probar como que hay (algo de) vida inteligente en la periferia… fuera de Trántor. He claudicado y he abierto una página en Facebook… Ahora soy uno más… Ya soy estadística. Y como de los cobardes no hay nada escrito, ¡pues hala!, he abierto el Facebook urbi et orbi. Con esta entrada voy a probar si funciona (y ver cómo funciona) el plugin del WordPress que vincula el blog con la red social. Y como los cuentos están programados para los días 1 y 15 de cada mes, y como no…
Los cuentos y cuentarios que aquí te ofrezco los bajarás en archivos ePUB —el formato más extendido para ebooks—, que no es otra cosa que una serie de páginas XHTML organizadas convenientemente para su visualización y lectura. Descarga el archivo pinchando en el icono de ePUB que encontrarás en cada entrada de mis cuentos en este blog y lo podrás abrir con un lector de ebooks. Te recomiendo los siguientes, ambos gratuitos: Para leer en Windows o Mac, Adobe Digital Editions. Para leer en táblet y en smartphone con Android, Aldiko Classic.