Enseñar «Caperucita roja» en las escuelas
Artículo de opinión / 1 de diciembre de 2019 / Luis R. Miguez

La nueva corriente de candidez buenista (más cabría tildarla de calambrazo, jugando con el campo semántico) está arramblando con costumbres inveteradas sin detenerse a revisar los motivos por los que han pervivido hasta nuestros días. Una de estas modernas avalanchas es la del feminismo visceral, que como toda religión cursa ganando prosélitos, actualmente derivando a secta (pregunta a las jóvenes universitarias lo que les cuesta abandonar el grupo cuando se dan cuenta de que reciben órdenes que deben acatar aunque perjudiquen su plan de estudios). Una de las cruzadas de este neocredo es eliminar cuentos populares de las bibliotecas infantiles. Las desnortadas y confundidos adláteres han tildado de machista el saber ancestral acumulado en los cuentos populares. Y se les ha ocurrido que la solución es prohibir su lectura. Y para que nadie desobedezca el mandamiento, los libros son retirados de las bibliotecas infantiles. Y supongo que quemados, pues es la manera de evitar que futuras generaciones caigan en el pecado de lesa mujertad que es leer Caperucita roja. Es éste un cuento medieval originario del norte de los Alpes y de la montañosa región del Tirol, y prosperó en un tiempo donde las ciudades europeas estaban rodeadas de bosques…

Lectores y editores: censura ideológica
Artículo de opinión / 24 de noviembre de 2019 / Luis R. Miguez

Me tengo por buen observador. Igual no lo soy tanto como yo creo, pero es una de esas características que, imposible de medir, sí permite comparación. Y mi ojo articulista debe ser más observador que mi ojo cuentista, así que ahí va este artículo, redactado en primera persona del plural para no zaherir susceptibilidades. He observado, hablando con lectores, que a la hora de leer un cuento (o novela) anteponemos nuestras convicciones para juzgar el texto que cae en nuestras manos. Si el cuento no comulga con nuestras convicciones, no damos el paso a valorarlo literariamente. Esta sociedad que hemos construido entre todos (quizá vivimos en la peor sociedad que podíamos haber construido —gracias Mayda por la frase—) nos ha perfilado una mente maniquea: o me gusta o no me gusta. Pero por debajo del discernimiento nos horada la corriente de nuestras convicciones políticas, que lamentablemente han vuelto a dividir a la sociedad. Antes (y no sé muy bien qué tiempo es «antes») veíamos con distancia a las personas cuya vida era la adhesión política, y nos compadecíamos de su afición seguidista. Ahora todos nos adscribimos a una causa, y vemos con distancia a quien no defiende ningún credo político….

Peligro: mente de colmena
Artículo de opinión / 23 de noviembre de 2019 / laaguja

Hace un mes escribí una opinión criticando esas palabras que se usan cual comodín verbal en cualquier conversación de hoy día. Dije que acababan convertidas en palabras zombi: tras abusar de ellas quedan abandonadas, corrompido su significado original. Hablé del hartazgo que siento del (un mes después ya en decadencia) GENIAL, y del (un mes después ya ampliamente establecido) BRUTAL. Y olvidé aludir a otra que hace años estuvo viajando de boca en boca durante una larga temporada: TOTAL. —¿Qué te parece la película? —TOTAL = GENIAL = BRUTAL. Apuntaba que eran palabras superlativas, tendentes a saturar una gradación. Se opina sin escalas alcanzando para todo un máximo absurdo, por irreal; se introduce en el discurso una cota aplanadora y la simpleza del maniqueísmo (lo que no satisface siempre es una mierda). Llevo unos días observando que vuelven los aumentativos terminados en -azo, aunque esto ya había ocurrido en el pasado. Es como si hubieran quedado larvados en el imaginario colectivo… Quizá sea la infantilización de la sociedad manifestándose a través del lenguaje (los niños magnifican lo que cuentan con estridencia), haciendo bueno el discurso del profesor José Manuel Errasti, de la Universidad de Oviedo (tras entrevistarme con él, yo…

Comodines nacionales
Artículo de opinión / 14 de octubre de 2019 / laaguja

Las palabras comodín son aquellas que se usan de forma genérica por pereza o/y torpeza para encontrar la apropiada. Esta sociedad del todo a un clic y sus tecnologías relámpago de la información crean y propagan una nueva categoría de palabras comodín que se emplean en cualquier contexto para resumir una sensación subjetiva. En lugar de hiperónimos suelen ser palabras superlativas, hiperbólicas. Todo el mundo entiende qué quiere decir nuestro interlocutor y en consecuencia todo el mundo las suelta a diestro y siniestro. Gracias a las NNTT estas palabras se expanden como el olor a purines por todo el territorio nacional. Se abusa de ellas hasta que quedan huecas, vacías de contenido, y pierden su significado. Las podríamos llamar palabras zombi. Recuerdo una que cayó en el más absoluto desprestigio… INTEGRAL. Se hacían limpiezas integrales, se ofrecían servicios integrales, existían coberturas integrales, se tendía a una educación integral… La última (antes de la actual), tan reciente que aún infecta nuestras comunicaciones, ha sido GENIAL. —¿Quedamos a las siete? —¡¡GENIAL!! Pero ha empezado a dejar sitio a la nueva(*), que lleva semana y pico estragando entre los perezosos mentales y las gentes sin reflejos gramaticales: BRUTAL. —¿Qué te parece la película?…

Enseñanzas nada bíblicas
Artículo de opinión / 30 de septiembre de 2019 / Luis R. Miguez

Una vez, hace muchos muchos años…, era yo jovenzuelo imprudente, todo arrojo y gallardía, un carpintero bastante mayor que yo me dijo en franco tono de admonición (no era Jesús, pero era Ángel): Tú puedes decir que tu pan es bueno; incluso puedes decir que tu pan es el mejor. Lo que no puedes decir es que el pan de los demás es malo. Frase lapidaria que no necesita explicación. Pero encuentro entre las gentes que escriben (y les presuponemos capacidad intelectiva) la mala praxis de criticar a escritores que les precedieron. Es un vicio muy extendido (de ahí la admonición del carpintero). Pero no es lo mismo criticar en petit comité que hacerlo en un medio de comunicación de masas. Una cosa es hacerlo entre chavales de barrio y otra que lo hagan personas que escriben y que pretenden parecer respetables. Son vilipendios inadmisibles con los que pretenden eliminar a quien entienden como rival directo y obstáculo para su lucimiento profesional. Tiran contra compañeros de arte consagrados y fallecidos (hablar mal de quien no puede replicar implica un desdoro personal). Aunque sólo tienen bala de fogueo, que únicamente produce estampido y llamarada. Sus dardos no hacen diana, pero ellos,…

Laberinto silogístico XXI
Artículo de opinión / 2 de septiembre de 2019 / laaguja

Si soy heterosexual, y no escribo sobre homosexuales, se me acusará de homóbofo (o heteropatriarcal, o machirulo, o vete a saber qué…). Pero… Si soy heterosexual, y escribo sobre homosexuales, se me acusará de apropiación cultural. Entonces… Si soy heterosexual, y no escribo sobre lo que me dé la gana, me estoy autocensurando. Y… Si soy heterosexual, y escribo diciendo lo que me dé la gana, me tildarán de… o facha o perroflauta (según el mainstream que afecte al crítico). Mejor me quedo callado… ¡O MEJOR NO!

¿Autocensura? No, gracias
Artículo de opinión / 12 de agosto de 2019 / laaguja

Anoche di salida a un cuento cortito que se había quedado atrapado entre mis sinapsis desde que escribiera otro, largo, hará cuatro años. Tras darlo a leer a mi areópago de betalectores, una mujer me ha aclarado: Es un cuento de hombres. Y yo he respondido, Sí, y qué… Y nada. Mis betalectores ya me conocen. Y yo a ellos. La queja ni siquiera ha llegado a crítica. O si era una crítica, ni siquiera ha llegado a queja. Ya sólo faltaba que tuviera que escribir un cuento pensando en que las mujeres, o mejor dicho, algunas mujeres con un perfil muy concreto, se sientan representadas. El cuento versa sobre un duelo que ocurre en cualquiera de nuestros pueblos. Y al contarlo, pero procurando esconderlo para que no se note, he querido dejar un regusto a spaghetti western. Aún sigo trabajando en él… Si llego a tiempo, lo subo el primero de septiembre. Si alguna de ominoso perfil quiere cambiar los dos protagonistas por dos protagonistas ellas, y a los dos que no aparecen en el cuento cambiarles el sexo, y el cuento le funciona, pues que me cuente dónde ha comprado los polvos de la madre Celestina y el…

El futuro de los cuentos
Artículo de opinión / 6 de agosto de 2019 / Luis R. Miguez

El género del cuento pasa por ser el género literario más antiguo, anterior incluso a la invención de la escritura, cuando los cuentos se transmitían oralmente, de abuelos a nietos, para preservar un conocimiento útil para la tribu y para el individuo. Supongo que los temas de los primeros cuentos versarían sobre tácticas y estratagemas de guerra y de caza. Y sobre las estaciones y los elementos; y sobre los frutos, las semillas y el ganado; y sobre la disposición de los primeros asentamientos. En los albores de la humanidad, quizá muchos fueran cuentos de miedo: el oso en la gruta, el cazador perdido, la tempestad y el naufragio, la serpiente dormida entre los cestos de recolección, el bulbo venenoso (o lisérgico)… Un cuento no contiene una moraleja —eso queda para la fábula—, sino una enseñanza; al menos hasta la aparición del cuento literario, a comienzos del siglo XIX. Mucho antes de la aparición de ese nuevo tipo de cuento, que también busca la belleza en la narración, hubo escritores que se dedicaron a recopilar cuentos para que las enseñanzas no se perdieran y fueran de provecho a generaciones futuras. En Europa puedo citar de memoria al Infante don Juan Manuel…

El moderno refranero
Artículo de opinión / 22 de julio de 2019 / laaguja

Sabio e infalible, el refranero español sentencia que Donde fueres, haz lo que vieres. Pero los políticos españoles han afilado un nuevo aforismo: Adonde fueres, diles lo que quieren oír. José Guirao, el ministro de cultura que cogió el tren de las siete y veinte, aprende rápido la mercadotecnia del partido que le ha colocado en primera línea del ministerio. Y para el poco tiempo que lleva, maneja perfectamente las tretas del manual del político. Esta vez ha maestrizado la que utilizara hace unos años el chocarrero y olvidable Josemari Aznar (cualquier presidente de la democracia ha sido peor que el anterior, a falta de que el actual tenga tiempo de calentar su nueva cama de La Moncloa y nos demuestre que cumple el aserto). El del PP se descolgó con una gracieta que fue muy aplaudida en una ¿convención? de vinateros (vaaale, enólogos) a la que había sido invitado, criticando el lema de la campaña contra la ingesta de alcohol al volante de sus sucesores. Y cuentan las malas lenguas que también se descolgó algunas jarras de primera calidad. En su derecho estaba, porque tira de chófer oficial, con el dinero de todos. Pero volviendo al Guirao, que es…