Los seres y el miniser
Cuento / 2 de septiembre de 2020 / Losange Sable

La cocina del escritor.— Un cuento tan reciente que lo he terminado este mismo mes de septiembre de 2020. El cuento narra una historia antigua, onírica, mitológica… Tira de la leyenda que nos han embutido en el imaginario colectivo a machamartillo y cambia la orientación… Encontrarás detalles que el autor no ha destacado pero conforman la historia. Cada cual reaccionará acorde a su bagaje existencial, conforme a su maleta cultural, en función de las decisiones que haya tomado sobre sus creencias propias y sus tabúes personales (muy respetables todos ellos). (La portada, de Rulo Minas, sobre el popular personaje El Dios©, creado por José Luis Martín). Los seres y el miniser    ¿Cómo leer un archivo ePUB? Los seres y el miniser ** (cuento – 3.661 palabras ≈ 15 minutos) En el principio fue el SER. Y el SER estaba solo. Y el SER se aburría porque estaba solo. Y estando solo salía a pasear, pero se aburría. Así que decidió manipular la máquina y diseñar un compañero. Y el SER creo un compañero, y como no conocía ningún otro modelo, lo creo a su imagen y semejanza. Y lo llamo el Ser. El SER cuidaba de su compañero, lo bañaba, le daba de…

Escaleras
Cuento / 12 de abril de 2020 / Losange Sable

Me han publicado este cuento en Narrativa Breve. Usa Control+F para abrir el buscador del navegador, pon mi apellido en la caja de texto y pulsa Intro para ir a mi cuento. Es un cuentito trilero…   Escaleras (un cuento del confinamiento) * (cuento – 781 palabras ≈ 3 minutos) Con esta gaita del confinamiento, apenas camino nada. Todo el día metido en casa y trabajando en lo que me gusta frente al ordenador. Además, con las lesiones de mi edad, quizá es lo mejor para mí. Pero una de estas noches, al irme a acostar, me he visto los pies hinchados y me he asustado. He tirado de enciclopedia mental y he recordado que con el propio apoyo de los pies al caminar, la compresión que hacemos contra el suelo, regula la sangre y los líquidos del cuerpo, que son reenviados al torrente circulatorio. Bueno, más o menos. Así que me he impuesto una rutina. Como vivo en zona rural, en lo que se llama una vivienda unifamiliar, y tengo escaleras interiores en casa, he decidido subirlas y bajarlas, y de paso tonifico la musculatura inferior, incluidas las nalgas. Me he propuesto subir doce veces los escalones, que son…

En el centro del infierno
Cuento / 17 de febrero de 2020 / Losange Sable

La cocina del escritor.— Un cuento largo escrito en diciembre de 2017. Cuando el cuento se me va de las doce páginas empiezo a cansarme de él, así que tengo que hacer un esfuerzo discrecional para concluirlo. Éste lo acabé sin dilación. La idea me vino tras leer las primeras líneas de un cuento del premio Nobel de Literatura Anatole France, Robo doméstico, y me vino de forma tan fuerte que tuve que dejar de leerlo para ponerme a trabajar en el clima (el ambiente y la atmófera) que entreví al llegarme la idea. Pero tenía tan claro lo que quería contar como que debía presentar una sociedad distópica de telón de fondo. Sin duda es uno de los cuentos más complicados que he escrito. Es el primer cuento que subo al blog que me he puntuado con cuatro estrellas; estas estrellas que otorgo a mis propias creaciones hay que entenderlas como relativas a mi capacidad de escribir cuentos y no como absolutas en relación al mundo del cuento. Estaré a años luz del planeta cuento. Siendo autodidacta, no sé lo que tardaré en llegar. En el centro del infierno    ¿Cómo leer un archivo ePUB? En el centro del infierno **** (cuento –…

El ascensor
Cuento / 15 de enero de 2020 / Losange Sable

La cocina del escritor.— Poco os podré anticipar sin destripar este cuento de noviembre de 2017. Cualquier cosa que diga es probable que os destripe una parte de la lectura. No se trata sólo de una huida angustiosa en un entorno urbano y claustrofóbico, ni de una persecución contenida. Hay algo más que habéis de descubrir leyendo el cuento o la sección La receta del cuento, donde sí que se destripa algo de la historia. Espero que os resulte ameno aunque vuestro credo no apruebe algunas acciones.   El ascensor    ¿Cómo leer un archivo ePUB?   El ascensor *** (cuento – 1.411 palabras ≈ 6 minutos) Acababan de hacer el amor en el piso de ella, una mujer casada que vivía en la quinta planta de un lujoso bloque de apartamentos de quince alturas. Estaban desnudos, jugando a las caricias en la cama, cuando sonó el teléfono. Ella se estiró hacia la mesilla para alcanzarlo mientras él observaba el bamboleo de su pecho. Eran unos pechos grandes que él había estado besando con sus manos. El gemido que ella ahogó le sacó de la ensoñación. La miró sorprendido y vio la alarma en su rostro. Ella respondía aprisa, queriendo colgar a un interlocutor…

El fin de los tiempos
Cuento / 6 de noviembre de 2019 / Losange Sable

El fin de los tiempos (un cuento climático) ** (cuento – 709 palabras ≈ 3 minutos) Hace muchos años vivía muy plácidamente, en un bucólico pueblecito, un científico que quiso complicarse la vida al expresar públicamente lo que iba en contra del sentir general. Sus vecinos, y todos sus compatriotas, se indignaron hasta tal punto que le llovieron amenazas de muerte. Incluso algunas fuerzas vivas, esas que siempre son fácticas y operan bajo mantos de sigilo, le conminaron a retractarse porque lo que decía el científico tenía pinta de ser falso. Y el científico, que quería morir de viejo y no víctima de la ira de un populacho enfervorizado por esos poderes que desde que el mundo es mundo han manejado las mentes de los hombres incultos, decidió hacer una higa a ese mismo mundo y desdecirse: Ahí os quedáis con vuestra burricie y con vuestra ignorancia, y a partir de entonces se dedicó al campo de las artes y a menesteres tecnológicos, donde siguió destacando como mente preclara que era. Algunos años después, otros científicos rescataron aquella aseveración y apoyaron la teoría de, a la sazón, su ya fallecido colega. De nuevo la turba se indignó, de nuevo agitada…

Tartufadas
Cuento / 1 de junio de 2019 / Losange Sable

Una tarde de este mayo pasado, estando cómodamente instalado en mi propia casa con ánimo de repantigarme en inmersión con las lecturas de una revista que me acababa de llegar esa misma semana por correo, y que estaba dedicada a los nuevos cuentistas americanos (lecturas que en general fueron más un sufrimiento que un placer, porque no acabo de adaptarme a esa absurda forma de contar americana, donde se tiran tres páginas yendo y viniendo por la mente de un quídam, mientras narran en primera persona cómo el protagonista desenvuelve un caramelo de limón y la trascendencia que ello tiene en su vida gris), llegó un vecino ruidoso y parásito de sus padres, uno de esos jóvenes que son incapaces de valorar, y mucho menos de respetar, el silencio en los hogares ajenos. Creo que no hay mejor lugar para leer que el propio hogar, pero aquella tarde quizá no tenía yo muy elevado el ánimo para enfrentamientos, y decidí bajarme a un café-pub donde también me encuentro muy a gusto. El Abrevadero tiene por nombre, y es un lugar viejo construido enteramente con madera. El suelo cruje, y hasta tiene hoyas del desgaste acumulado por el siglo y pico…

El duro
Cuento / 1 de abril de 2019 / Losange Sable

La cocina del escritor.— He presentado este cuento a concurso. Pero continúo sin destacar en ellos. Tampoco es que me importe, pero sí me jode. Mi pasado competidor me dice que se participa para ganar. Todo lo que no sea ganar es perder. El segundo es el primero de los perdedores. (Ayrton Senna) De verdad que no creo que el cuento sea flojo, pero quizá no se adaptaba enteramente al tema propuesto: Maldiciones. O a lo mejor es que me pasé de frenada en la curva escatológica. También puede ser que no leyeran más que el comienzo e interpretaran que la forma de expresión del protagonista era consecuencia del perfil bajo del autor. O quizá es que sí hubo trece cuentos mejores que el mío. Asimilando la derrota —no me queda otra— lo presento a vuestra consideración. Ah, lo escribí en septiembre de 2018. El duro    ¿Cómo leer un archivo ePUB? El duro *** (cuento – 3.544 palabras ≈ 15 minutos) Allí estábamos, frente a frente, en un desolado cruce de caminos entre dos barrios marginales, antes de las seis de la mañana. Las miradas eran cautas, pero el entorno hacía presagiar bofetadas. No me amilano fácilmente. Peleas he tenido demasiadas… Unas veces…

La partida
Cuento / 1 de febrero de 2019 / Losange Sable

La cocina del escritor.— Este cuento lo he presentado a un par de concursos y no ha recibido la consideración de los jurados. Sin duda los trabajos premiados merecieron mejor suerte que el mío, pero no creo que mi cuento sea malo. Lo terminé en el mes de octubre de 2017 y la fábula no trata sobre ningún juego de mesa, aunque en él se mencionan varios de los llamados duelos, juegos de mesa diseñados únicamente para dos jugadores. El tema es el paso del tiempo durante la vida de una persona y las vicisitudes que le sobrevienen, con una lectura (creo que) entrañable, por relajar mi vis cáustica e irreverente.     La partida    ¿Cómo leer un archivo ePUB?   La partida *** (cuento – 2.437 palabras ≈ 11 minutos) (Ajedrez) Mi padre me miraba con su cabeza en alto, la espalda erguida, cogiendo distancia con la partida de ajedrez. Yo miraba las piezas con la barbilla casi pegada a la mesa donde se abría el arcidriche sobre el que se dirimía la batalla. —Si no tienes una visión del conjunto no puedes leer la partida. Me eché hacia atrás, pero mis ojos continuaban fijos en el alfil perdido desde hacía dos…

Por una rendija
Cuento / 1 de diciembre de 2018 / Losange Sable

Escribí este cuento en noviembre de 2013 para un concurso cuyo premio era ver publicado el cuento en papel. Se trata del esfuerzo editorial Calabazas en el trastero, de Saco de Huesos Ediciones. Piden cuentos con temática «fosca», como lo llaman ellos (una especie de cajón de sastre donde entra desde lo retorcido hasta lo horroroso, pasando por lo escabroso y lo tétrico). Para esa convocatoria el cuento debía versar sobre «empresas». Los cuentos deben tener un máximo de cinco mil palabras, y creo que mi cuento ajustaba esa cifra. Me parece recordar que hubo 64 ó 65 trabajos presentados, de los que se elegían trece para publicar. Este cuento no fue seleccionado, y me llevé una gran decepción… Desde entonces paso de concursar, aunque los amigos me han obligado a considerar algunas excepciones. Quizá este cuento sea malo de solemnidad. Quizá sea bueno pero los otros eran mejores. Quizá el que gran parte del cuento fuera dialogado suponía que se iba a llevar más páginas de las presupuestadas… Total, que no lo eligieron y quizá haya sido lo mejor que me podía haber pasado, porque se me habría subido el pavo en mi primer concurso. Aún así, espero haber…