Queridos Reyes Magos:
Como ya estaréis descansando del apretón de estos días, espero que tengáis tiempo para leer esta carta.Porque no os voy a pedir algo para un día concreto, como el de ayer, sino que será un trabajo para todo el año, para que poco a poco vayáis moviendo hilos aquí y allá, allí y acá, y que para el 6 de enero del año que viene me podáis regalar la consecución de un trabajo bien hecho.
Os lo pido a vosotros y no al gordo porque sois tres, sois reyes y sois magos… El gordo está solo y lo veo bastante juerguista y muy informal.
Sólo os pido que todos los españoles —sean de izquierdas o de derechas, o de sus extremos— se sientan orgullosos de ser españoles. Y que los que no quieran sentirse orgullosos de lo que significa ser español que se vayan de España porque, total, para qué van a estar sufriendo quedándose en España si España no les gusta, ¿no es cierto?
Pensaréis que casi la mitad del trabajo está hecho, pero no podéis pasar por alto que para algunos de los referidos estar orgulloso de ser español es como una paranoia, una obsesión, y en ese estado de exaltación forzada tampoco sirven para arreglar nuestro país. A esos debéis atemperarlos hasta la razón…
Espero que el viaje de vuelta haya sido agradable y con vuestras huríes y efritas lo estéis pasando relajada y regaladamente. Pero también espero que os pongáis manos a la obra mañana mismo, que es lunes, porque pudiera ser que el año que viene, cuando vengáis, no haya España donde venir a parar, y os asaltemos para robaros los ropajes y comernos vuestros camellos… o dromedarios. Y avisad al gordo de la cocacola, que como viene volando, igual se topa con un misil tierra-aire… que la carne de reno también es nutritiva, y tengo entendido que algo más sabrosa que la de vuestros bichos.
Cordiales saludos y os espero ansioso el año que viene.
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