Me he dejado bigote. Por aburrimiento (y un poquito de esnobismo). Es un bigote de lápiz. Sí, ese: el bigotito.
Los más ignorantes, y las más ignorantas, que haberlas haylas por todas partes, me dicen que es un bigote fascista. Entonces la conversación suele discurrir por estos derroteros.
Yo: Los bigotes no tienen ideología. Este es un bigote de lápiz.
Ella: Pero es el bigote de los fachas.
Yo: George Orwell tenía un bigote de lápiz y no es sospechoso de ser fascista.
Ella: (se queda pensando, supongo que intentando recordar de qué le suena George Orwell).
Yo: (aprovechando ese silencio) Antonio Buero Vallejo llevaba un bigote de lápiz. Y lo llevó toda su vida. Te recuerdo (este eufemismo es gentileza mía) que Buero Vallejo pasó varios años sentenciado a muerte por el golpista. Y cuando le conmutaron la pena por la perpetua, se tiró aún muchos años en las cárceles del régimen hasta que lo liberaron.
Ella: Para mí es un bigote facha.
En este punto doy por terminada la lección. No se puede discutir contra la ignorancia. Ignorante no es el que ignora, sino el que ignora que ignora.
Si me hubiera increpado, ya ves que puedo argumentar. Ella, política de última generación, me ha tratado con la superioridad y el desprecio de quien trata con un ser inferior, y en un momento dado de la reunión me ha dado la espalda y se ha largado hablando con sus amigas sin darme oportunidad a decirle que Buero Vallejo era un verdadero socialista, no como ella, nacida en la teta de la Transición.
Para la ignorancia de ella, si es capaz de ver a dos tíos hablando frente a frente durante una hora a blanco y negro, dejo la entrevista que Joaquín Soler Serrano le hizo a Antonio Buero Vallejo en Televisión Española: la emitieron el 31 de octubre de 1976 (sé que te gusta ese año). Yo recuerdo haberla visto el día de su emisión.
Señora socia_lista, tendrás que ver toda la entrevista para encontrar el momento en el que Buero Vallejo reconoce ser socialista… uno de los de antes, no un psoetero que gobierna a base de poses para la galería. (¡Ah!, las cartas náuticas, como cualquier otro mapa, «se leen» o «se interpretan» —leer es interpretar signos— aunque te haya dejado en la creencia de que me enseñabas que las cartas náuticas son mapas marinos y no epístolas: a Noé no le vengas a hablar de lluvia).
No me has caído bien y no me interesa nada de lo que me pudieras ofrecer. Pero te voy a dejar un regalo especial: la obra La fundación, de Antonio Buero Vallejo.
Lo que no sé es si con tu deformación y desinformación política serás capaz de entender lo que aquí se representa. Quizá no encaje en tu concepto de política ordenada y segura que disfrutas desde que naciste, la seguridad que te permite gobernar con poses que no generan riqueza. Aunque igual si ves la entrevista entera te coscas mientras te fumas ese peta del que has alardeado hoy delante de toda la clase, alcaldesa. Quiero advertirte de que son dos horas y media sin efectos especiales, aunque esta vez sí será a color. Te dejo con La fundación, una obra de Antonio Buero Vallejo… ignorantaá.
Aquí el enlace para verlo a pantalla completa (no digas que no te cuido).
Vaaale, y aquí el enlace de la entrevista (me has pillado en un día espléndido).
Ya, ya sé que como no has dicho nada, no puedo asegurar que tu desprecio y tu trato soberbio hacia mi persona fueron motivados por mi bigote de lápiz… (aunque cuando me he quitado la mascarilla he visto tu mirada… de asco, que estábamos al lado). O igual he sido objetivo de tu desprecio por ser hombre, a juzgar por cómo te producías pinchando votos durante los cuarenta minutos que estuviste dándome la espalda. Tus amigas quisieron hacerte un detalle sentándonos juntos, pero a mí me ha quedado claro que además de alcaldesa eres una mujer muy bruta y ordinaria, eres Maritornes rediviva. A tu edad ya no se aprende a tener educación.
Por cierto, que como me aburría te he hecho un copla. A ver si te gusta:
Eres bruta de cojones,
Aunque lleves pantalón,
Te llamas Maritornes,
Y vives en Libardón.
Un comentario
En la entrevista con Emmanuel Carrère – Qué cuento