Necesitamos que algunos compañeros que no estén identificados con el chip se presenten voluntarios para una misión de «holor». Se trata de dejarle en casa unas cagarrutas gordas al autor del libro de cuentos Ciudad Perro en señal de protesta. Los que tenemos chip no podemos porque multarían a nuestros amos y peligraría nuestro peculio y la organización se iría al traste. (Algunos debemos preservarnos de emprender ciertas actuaciones por el bien común).
Contamos con vosotros para deponer allí vuestras lindas mierdecillas. GRRRR…
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