A raíz de que mis blogs se han dejado de vincular con el Facebook del tío Z me he dado cuenta de que un puñado de amigos y familiares veían mi perfil inactivo y no conocían mi página en esa red social (me tienen loco estos del Facebook, qué lío).
Ese puñadito de incondicionales han llegado hoy a mi página de autor en Facebook y se han topado con el último cuento vinculado desde Cuánto cuentista: Dientes, pólvora, febrero, de Rafael Sánchez Ferlosio.
Y alguien me ha comunicado por privado que, tras reenviarlo a unos amigos suyos, uno le ha contestado que ese cuento no tiene cabida en este siglo XXI.
Me ha hecho una triste gracia: es un cuento, es arte. A tu amigo puede gustarle o no gustarle, pero es como si alguien dijera que la Venus de Willendorf es obscena.
El cuento de Ferlosio tiene 25.000 años menos, pero sigue teniendo cabida en el siglo XXI. Quizá sea el arte lo que no quepa en este nuevo siglo, que aún no tiene 20 años y ya lo hemos echado a perder consintiendo tanta tontería y a tanto zángano haragán que tiene comida caliente, cama hecha y ropa limpia en casa de los padres, con veinticinco añitos largos y sin oficio en el horizonte.
P.D.: ya se han vuelto a vincular… ¡qué ilu! ؟
No hay comentarios
Los comentarios están cerrados.