Este cuento pertenece al proyecto Crónicas (deportivas) de Mospintoles, y fue publicado en mayo de 2011. En él van apareciendo paulatinamente los seis protagonistas de la serie mospintoleña junto con un bosquejo de la evolución de sus vidas. Creo que el mensaje del cuento llega al lector sin necesidad de conocer el mundo de Mospintoles. Se trata de una crítica humana que atañe a todo el mundo deportivo en todos sus estamentos, comenzando por el Ministerio de Deporte y el Consejo Superior de Deportes, organismo que en España tiene rango de Secretaria de Estado. Las putas cajitas blancas ¿Cómo leer un archivo ePUB? Las putas cajitas blancas ** (cuento – 3.770 palabras ≈ 16 minutos) Las sirenas El Hospital de Mospintoles, ciudad ficticia aledaña a la megaurbe en que se ha convertido Madrid, se levantó en la zona sur de la ciudad. Cuando las ambulancias acuden a la parte norte todo Mospintoles se entera de que existe una urgencia, pues circunvalar la ciudad lleva más tiempo que atravesarla, aunque a ciertas horas los ambulancieros evitan la zona centro para no quedar varados en un más que probable atasco, motivo por el cual doblan en las inmediaciones del ayuntamiento en…
Este es el anteúltimo cuento publicado en las Crónicas (deportivas) de Mospintoles, a finales de noviembre de 2013. Habla de la atomización de un país llamado España, constantemente a punto de autodestrucción (lo triste es que se trata del mío). Es un misterio cómo los naturales de un país tan cainita, después de ser uno de los mayores imperios que han gobernado el orbe, aún seguimos peregrinando por el mundo con el respeto del resto de naciones (que no haciéndonos respetar). España es el pais más fuerte del mundo; los españoles llevan siglos intentado destruirlo y no lo han conseguido. Otto von Bismarck O algo parecido dicen que dijo el bueno de Otto… Os invito a leer este cuento distópico que parece una premonición de lo que nos está pasando. El cuento gira en torno a una idea peregrina que quizá acabe no siendo tan descabellada. Unos y otros se empecinan en empujar el carro cuesta abajo camino del precipicio. Quizá por fin la frase apócrifa atribuida al viejo estratega y estadista encuentre acomodo. Histeria de Expaña ¿Cómo leer un archivo ePUB? Histeria de Expaña ** (cuento – 2.720 palabras ≈ 12 minutos) Don Faustino entró en el…
Otro de los cuentos de las Crónicas (deportivas) de Mospintoles (cuentos de la suburbe), escrito en octubre de 2010. Está pendiente de ser resubido a Mospintoles y le corresponde el número 63. Me interesé por este cuento desde el principio por ser una rareza, y escribí a los «cronistas oficiales» de la suburbe. Mirlitón me hizo llegar lo siguiente: «Me sirvió de inspiración la novela ‘Z’, de Vasilis Vasilicós, en cuanto al narrador principal: la segunda persona del singular. La voz interna es un eco que sentí necesario cuando lo estaba escribiendo. El tema del cuento está basado en una frase del bloguero Juan Puñetas (Por el arco del triunfo). Le hago llegar una versión con una correción de un lapsus cálami que aún se encuentra en el texto alojado en la web mospintoleña». En la intimidad del vestuario ¿Cómo leer un archivo ePUB? En la intimidad del vestuario ** (cuento – 853 palabras ≈ 4 minutos) Llegas al pabellón con antelación. Con mucha más antelación de la que estipula el reglamento. Saludas a los conserjes de la puerta, que te franquean la entrada. «…Muchos me consideran un mercenario, siempre trabajando al mejor postor. Pero nadie puede decir que…
Éste es de los primeros cuentos que están subidos a las Crónicas (deportivas) de Mospintoles, en 2009. Hay que alabar cómo se anticiparon esos «cronistas oficiales» a lo que hoy es el pan de cada día: periodistas que escriben lo que les piden y cómo se lo piden, trayéndoles sin cuidado la verdad o el daño que pueda causar unas líneas mal escritas. Está claro que no existe la independencia de los periodistas, convertidos en amanuenses que transcriben al dictado las ideas del amo que les paga y al que sirven gustosos y generosos (quien paga ni siquiera es el dueño del medio de comunicación; en realidad se trata de un amo ulterior que es quien sufraga las pérdidas a cambio de manipular la opinión pública). Haber elevado el periodismo a la categoría de ciencia (las llamadas Ciencias de la Información) no ha servido para infundir integridad en las decenas de becarios que la Universidad excreta anualmente al mercado laboral, proyectos de periodista que, a imagen y semejanza de los más idolatrados plumillas nacionales, acaban arrastrándose por emisoras y redacciones para no engrosar las filas del paro o acabar limpiando los baños en el turno de noche de una gasolinera…
Este cuento fue escrito hace ocho años… Pero quiero dedicar esta entrada a Kerman Lejarraga, con el que coincidí en Avilés. Un chaval calladito por el que hablan sus puños con locuacidad sufiente. Enhorabuena CAMPEÓN. Es éste un cuento boxístico publicado en Mospintoles en noviembre de 2010. En el momento en que los «cronistas oficiales» subieron a la web este cuento, los personajes que recorren toda la trama de las Crónicas (deportivas) de Mospintoles ya han asumido su personalidad, y sus perfiles se ven reflejados a lo largo del texto. No es necesario conocer la vida anterior de los protagonistas ni de los personajes secundarios que aparecen en él para comprender la historia que se cuenta: la diligencia y bonhomía de Sebas, el escepticismo y la prudencia de don Faustino y la pachorra y campechanía de Manolo. Se refleja en el cuento una escena muy común con la que se sorprenden con frecuencia los detractores del pugilismo, dejando de paso alguna crítica solapada al mundillo del boxeo que sin duda entenderán los aficionados al noble arte, la dulce ciencia. Y es que hasta en la pelea por el título de Kerman se acumuló retraso… Segundos fuera ¿Cómo leer un archivo…
Traigo hoy otro cuento extraído de la web de Mospintoles. Lo subí en abril de 2012. Relata con ironía la afición patria al cotilleo y su refinamiento: el cotilleo soterrado. Pero cuenta también el espinoso problema de la soledad en la pareja, y retrata perfectamente cómo la mujer asume iniciativas, dejando de ser un florero pasivo. La resolución del problema humano que se plantea hará saltar de la silla a los carpetovetónicos y rancios meapilas. Como tumbas ¿Cómo leer un archivo ePUB? Como tumbas * (cuento – 2.027 palabras ≈ 9 minutos) La tarde había sido larga. Sentados en la terracita con mamparas de aquel tranquilo bar, un hombre animaba al corrillo de amigos con su historia. —Antes debo deciros que me pidió que no lo contara a nadie, así que debéis ser como tumbas; lo que os voy a contar no puede salir de aquí. Aquellas dos señoras hablaban con total franqueza mientras tomaban su té (un té pakistaní, recuerdo haberles servido) y lo hacían con la tranquilidad de quienes se hacen mutuas confidencias en la confianza de que las revelaciones hechas en concilio tan reducido no serán desveladas. Pero ellas ignoraban que él estaba sentado en un…
Este cuento, subido a la web en febrero de 2011, lo he recuperado de la web de Mospintoles, un proyecto editorial alrededor de una ciudad ubicada ficticiamemte en el área metropolitana sur de Madrid. En ese proyecto cuentístico orbitan entre sí seis protagonistas, y los cuentos venían firmados por los «cronistas oficiales» de esa ciudad, que utilizan los seudónimos de Cogollo y Mirlitón. Es interesante ir leyendo la evolución de esos personajes mientras trancurren los cuentos y con ellos sus vidas, ahora que andan buscando argumentos para series televisivas. La calidad de los cuentos tienen los normales altibajos de una producción en cadena, pero los hay verdaderamente interesantes. No es necesario haber seguido las peripecias de los tres protagonistas que aparecen en esta entrega para entender la crítica que se hace en este cuento a varios temas sociales: los tejemanejes del fútbol, los entresijos de la televisión, los enredos de la política, y la pobreza y la miseria ciudadana que por aquel entonces ya empezaban a globalizarnos. Con un cómico retrato que se hace de la policía queda también retratada una crítica al afán de populismo que ya se veía venir en aquellos años tan cercanos, y a la vez…