De Hemingway a Capote
Artículo de opinión / 20 de julio de 2019 / Luis R. Miguez

Ayer me enviaron vía Telegram una propuesta de lectura rápida: un artículo salido de las siempre didácticas teclas de Enrique Vila-Matas, donde el catalán aboga por las relecturas… de cuentos. Como no podía ser de otra manera. Releer una novela es harto cansino, aunque reconozco haber releído unas pocas. Otras, leídas en los años anteriores y posteriores al sorteo de mi quinta, me niego a releerlas ahora para que no se me caiga la impronta que dejaron. Y hay una, sólo una, que he leído tres veces, y no precisamente por fervor. Pero releer un cuento, ¡vaya!, en cualquier momento. Aunque hay uno… (de Rudyard Kipling) que de momento me niego a releerlo. O más bien procrastino su relectura, que dicen los elegantes. Sé que volveré a él, pero es un cuento que, tras leerlo, me costó más de diez dias quitármelo de la cabeza. Vila-Matas nos habla de un cuento de Ernest Hemingway: El gato bajo la lluvia, que algunos maestros cuentistas lo colocan entre los mejores cuentos jamás escritos. Si mi padre no hubiera castrado en mí el vicio de apostar, apostaría a que de su relectura y análisis, cualquiera que escriba cuentos, extraerá nutritivas conclusiones. Por si…

Apropiación (indebida) cultural
Artículo de opinión / 16 de junio de 2019 / Luis R. Miguez

Presten atención al concepto que muestra el título de este artículo: apropiación cultural… Quizá debo ubicar el debate para quienes no estén duchos en materias delictivas. A riesgo de aparecer como un leguleyo, tiraré de fondo de memoria de cuando trabajé como agente de la autoridad. En el habla coloquial usamos el verbo robar como hiperónimo, pero la ley hace distingos. Permítanme explicarlo en un sesquipar de párrafos. Si usted pasea llevando debajo del brazo la última novela de Víctor del Árbol y yo, a punta de navaja, o propinándole un mal golpe, o mediante un tirón, me llevo el libro, la ley lo considera robo, aunque el libro cueste veinte euros, porque me he hecho con él bajo amenaza o con violencia. Pero si usted deja un cuentario de Sara Mesa en el asiento del coche, y se ha dejado la ventanilla abierta, y yo me hago con el libro, la ley lo considera hurto porque me lo he llevado sin violencia y porque el valor del objeto del deseo no supera cierta cantidad (en mi época eran 50.000 pesetas, pero creo que hoy, para ser considerado robo, el valor de lo sustraído tiene que ser más que los…

Remilgos siglo XXI
Artículo de opinión / 4 de junio de 2019 / laaguja

A raíz de que mis blogs se han dejado de vincular con el Facebook del tío Z me he dado cuenta de que un puñado de amigos y familiares veían mi perfil inactivo y no conocían mi página en esa red social (me tienen loco estos del Facebook, qué lío). Ese puñadito de incondicionales han llegado hoy a mi página de autor en Facebook y se han topado con el último cuento vinculado desde Cuánto cuentista: Dientes, pólvora, febrero, de Rafael Sánchez Ferlosio. Y alguien me ha comunicado por privado que, tras reenviarlo a unos amigos suyos, uno le ha contestado que ese cuento no tiene cabida en este siglo XXI. Me ha hecho una triste gracia: es un cuento, es arte. A tu amigo puede gustarle o no gustarle, pero es como si alguien dijera que la Venus de Willendorf es obscena. El cuento de Ferlosio tiene 25.000 años menos, pero sigue teniendo cabida en el siglo XXI. Quizá sea el arte lo que no quepa en este nuevo siglo, que aún no tiene 20 años y ya lo hemos echado a perder consintiendo tanta tontería y a tanto zángano haragán que tiene comida caliente, cama hecha y ropa limpia en…

Un valiente
Artículo de opinión / 5 de mayo de 2019 / Luis R. Miguez

Me acaba de enviar uno de mis betalectores un texto del que quiero dejar constancia. Se trata de un artículo de opinión sobre el librito El ruletista, del rumano Mircea Cartarescu, en el que tan sólo se recoge el cuento del mismo título (precisamente se lo regalé a esta betalectora va a hacer un año ahora, con motivo de la feria LibrOviedo). Quiero llamar la atención sobre la valentía del articulista al dejar escrita alguna idea que puede levantar callo. Carlos Velázquez es también cuentista y (alguno dirá que) de los irreverentes. Lo que viene a explicar el mexicano (que destripa el cuento en su artículo; muy mal, señor Velázquez, que usted reconoce haberlo leído hace nada) es que no conviene seguir estelas de otros escritores so pena de pinchar en medio de la nada. Y cita a dos autores (fallecidos ambos y ninguno mexicano, también es verdad) para criticar la tendencia a elucubrar y quedarse colgado en el aire: Ni Bolaño ni Piglia, por sólo mencionar a dos de los cuentistas más aplaudidos de los últimos años, tienen en su producción un cuento tan poderoso como “El Ruletista”. Siempre hay que desconfiar de los teóricos. Un cuentista inseguro es…

Totalitarismo cultural
Artículo de opinión / 1 de mayo de 2019 / Luis R. Miguez

Resumen: El totalitarismo ha entrado en la cultura. Vivimos una distopía… hemos creado el peor de los mundos que podíamos crear (podemos imaginarlos peores, pero siempre habrá fuerzas que lo dificulten). Antecedentes: Quien haya leído 1984, quizá la más famosa novela de distopía, recordará el Ministerio de la Verdad, donde trabaja el protagonista Winston Smith. En él, sus funcionarios se dedican a falsificar la verdad histórica, alterando o eliminando documentos para que la verdad oficial coincida con las informaciones a que tiene acceso la población, y viceversa. En el Miniver se reescribe continuamente la historia según convenga en cada momento a los intereses del gobierno (o a las personas que dirigen el gobierno). Orwell denuncia con su novela (escrita en 1948) el totalitarismo. Ya lo había hecho tres años antes con Rebelión en la granja, fábula en la que los jerarcas manipulan las normas autoimpuestas por la comunidad, aunque en esa ocasión sus acertados dardos iban dirigidos al totalitarismo izquierdoso. No es necesario recordar que el mundo se despertaba en aquellos años de la pesadilla del totalitarismo derechoso. Y es que el totalitarismo es ambidextro (y ladino, y taimado). Actualidad: Han pasado setenta años y el género de las distopías…

El genotipo del cuento
Artículo de opinión / 20 de abril de 2019 / Luis R. Miguez

—Llevo días dando vueltas a la idea de reflejar gráficamente la infraestructura de un cuento. Sabes que, por definición, las infraestructuras no se ven; extrayendo un diagrama veríamos el armazón sobre el que está construido el cuento. »He pensado basarme en seis parámetros que constituirían el genotipo del cuento para que aflore visualmente la construcción interna de cada uno. Seis puede ser una cantidad apropiada. Dibuja un hexágono y traza sus radios, Catón. —¿Estás seguro de que servirá para algo? —Pues no lo tengo muy claro; quizá acabe siendo una fábula milesia más, pero tengo una idea en mente. —No me hagas trabajar en balde: ¡cuéntamela! —Verás… Con este trabajo obtendremos para cada cuento una figura dentro del hexágono. La idea es que cuanto mayor sea su área más se ajustará el cuento analizado a los parámetros considerados clásicos en la narrativa. —Pero no entiendo qué utilidad tendrá. —Quiero obtener las gráficas de una quincena de cuentos para compararlas. Hemos de elegir con cuidado esos quince primeros cuentos. Al final veremos si podemos sacar conclusiones analizando cada genotipo. —Bueno… Con esto que dices… quizá sí tenga alguna utilidad. Dime qué voy haciendo. —Ve nominando los radios. Comienza con el que…

Las palabras del cuento
Artículo de opinión / 27 de marzo de 2019 / Luis R. Miguez

El maestro cuentista Meliano Peraile defendía que un cuento debía tener entre 3 y 10 páginas. Era su estándar de cuento. Cierto que hay cuentos de más 30 páginas (ya expliqué en Cuánto cuento cuándo estamos ante un cuento independientemente del número de páginas). Hoy toca contar. Es normal que en la época del maestro conquense primara el número de páginas como medida de la extensión de un cuento. La máquina de escribir, tecnología de la época, producía páginas estandarizadas con una letra monoespaciada (donde ocupa tanto espacio una «i» como una «m»). ¿Quién iba a detenerse a contar palabras una a una? El número de líneas por página (a doble interlineado según el estándar) y el ancho de los márgenes formaban parte de la norma. Ponderando la media de palabras por línea y un par de multiplicaciones se obtenía el número aproximado de palabras de un cuento. Para resolver ecuación tan inexacta era más rápido considerar el número de páginas para una única multiplicación, calculando una media de 500 palabras por página. Peeero… Si maquetamos un cuento para imprimirlo en papel, entonces debemos conocer el número de páginas que ocupa para saber cuánto papel vamos a necesitar. Pero si…

Tratando de publicar (2)
Artículo de opinión / 25 de marzo de 2019 / Luis R. Miguez

Dejo unas segundas reflexiones sobre este mundo de la edición. Adelanto que no todo van a ser tirones de oreja. Llevo enviado el manuscrito a poco más de un centenar de editoriales. Sobre un 20% se han tomado la molestia de contestarme; o bien el manuscrito no entraba dentro de su línea editorial (siempre cabe la posibilidad de caer cuando están tratando de dar un giro a esa línea editorial; y precisamente una ha respondido con ese mensaje) o se han tomado la molestia de explicarme los motivos por los que no pueden leer mi propuesta. Se agradece y mucho. También se agradece a los que no han respondido nada: sabiendo que están ahí ya me satisface. Por supuesto a los primeros les agradezco doble y triplemente la respuesta negativa que además, en media docena de casos, ha sido amable, cálida y alentadora. (Y cuatro respuestas han sido para decirme que lo van a leer). Y ahora sí, el tirón de orejas, pero para nadie en especial. Un tirón de orejas patrio. En España tenemos tendencia a copiar lo que vemos en otros países sin detenernos a estudiar qué hace que allí funcione. Dejé constancia de ello en muchas ocasiones…

Tratando de publicar
Artículo de opinión / 23 de marzo de 2019 / Luis R. Miguez

Estoy tratando, por primera vez, de encontrar una editorial para un libro de cuentos al que llamaré CP (lo mismo subo la portada que me han hecho y se acaba el misterio). Nunca jamás me había interesado publicar en papel. La web y los epub satisfacen mi ego, aunque los lectores son escasos. Y mi agenda de familiares y de amigos, y de amigos de familiares y de familiares de amigos, cumplen a la perfección con mi necesidad de ser leído. Pero este cuentario tiene un mensaje, y son varias las personas de mi agenda que me han insistido en que intente publicar. Pues bueno, me he dicho, una aventura más. Lo logre o no, estoy comprobando cómo se mueve este mundillo editorial. De momento me da para dejar aquí cuatro reflexiones a bote pronto. 1) Percibo en el sector editorial cierto rechazo al mundo digital. Es mejor enviar tu trabajo en un arcaico PDF que en un ágil EPUB. Si envías un libro digital levantas recelos. Entendería que un manuscrito en EPUB es mucho más fácil de leer (lector digital, PC, imprimir), y de distribuir a los lectores profesionales. 2) Las grandes editoriales me parecen anquilosadas en el siglo…