Piedras en el tejado (2)
Artículo de opinión / 20 de enero de 2021 / Luis R. Miguez

((Puedes leer la primera parte de este artículo en este enlace. Se te abrirá en esta misma pestaña del navegador)). Estábamos hablando de cómo ha cambiado la comercialización de los derechos de autor desde los tiempos de Cervantes y cómo ello ha afectado a los escritores, pasando de ser artistas a artesanos, como el pastelero, el panadero o el zapatero. Tanto vendes, tanto cobras. En otras artes, pintura o escultura, sólo tiene valor el original de la obra y no las copias o reproducciones. Al músico le pasa como al escritor con las ventas de discos, aunque tuvieron que esperar unos cuantos siglos. La tecnología ha sido la responsable de que la copia de un libro tenga tanto valor como el original, salvo en casos de coleccionismo, en los que sí puede pagarse un monto especial por el manuscrito. La verdad es que al novato nadie le va a dar esa décima parte, esos cinco mil euros por su primer libro de cuentos. ¿Pero y si algunos autores aceptaran volver al estado inicial donde venden sus derechos por una cantidad fija, pongamos tres mil euros, desentendiéndose del volumen de ventas? Ellos ya habrían cobrado lo que entienden como un precio…

Qué tiene que ver el coño con el ombligo
Artículo de opinión / 30 de diciembre de 2020 / laaguja

He dejado pasar unos días para dejar constancia en mi blog de mi pensamiento sobre algo que ha soliviantado a buena parte de los ofendiditos e indignaditos que pululan por mi país (España) porque entiendo que las discusiones que atañen a la neurona de las emociones han de abordarse en frío. Vemos a diario que indignarse y ofenderse no es privativo de ningún sector social. Se ha convertido en una actitud transversal por la que todos creemos tener derecho a decir que alguien ataca nuestros sentimientos y ello nos autoriza a arremeter contra el supuesto agresor cual alienados Quijotes. Pero los sentimientos son como el ombligo, que cada cual tiene el suyo y le parece el más bonito y respetable del mundo… Y de ombligos vengo yo a hablar hoy. Hace unos días algunos popes, ignorantes del efecto Streisand, han mostrado su indignación por unas palabras de una edil del Ayuntamiento de Valencia que se recogen en la noticia enlazada. No tengo muy claro si la alteración en el orden molecular del Twitter ha surgido porque la vicealcaldesa ha escrito la palabra coño, o si por haber compartido una supuesta imagen del parto de la virgen María. Quizá por coincidir…

Sólo estoy solo
Artículo de opinión / 21 de diciembre de 2020 / laaguja

Por qué debe acentuarse el adverbio sólo… Después de leer artículos en favor y en detrimento del consejo de la RAE de no tildar el adverbio sólo más que en caso de anfibología, es decir, de que genere un error de comprensión, he llegado a la perogrullesca conclusión de que el problema queda resuelto si se tilda siempre. Para que unos pocos (que empiezan a ser legión, eso sí) estultos, estólidos e indocumentados no sufran con las normas ortográficas, no creo que debamos cargar sobre un autor (literato, periodista, científico, legislador…) el peso de estar pendiente de posibles ambigüedades. Bastante trabajo supone crear y darnos a leer un texto de su invención como para encima obligarle a pensar en qué contexto de paniaguados sociales se leerá su obra, ley de la menestra Celaá mediante. Cierto que en la lengua hablada no sabemos si sólo se acentúa y nos dicen los que apuestan por eliminar la tilde que por el contexto se deduce si sólo es adverbio o solo es adjetivo. No, señores, por el contexto no, por la entonación es que deducimos si «Juan toma café sólo» o si «Juan toma café solo». Estaba leyendo en alta voz, para un…

Piedras en el tejado (1)
Artículo de opinión / 6 de diciembre de 2020 / Luis R. Miguez

Recuerdo haber leído que Cervantes vendió sus derechos de la segunda parte del Quijote a un impresor —que oficiaba de editor— por una cantidad fija. Lo había leído en Internet hace tiempo pero ahora no lo encuentro. Es posible que fuera este texto pero pudo haber sido cualquier otro. La imprenta llevaba siglo y medio inventada y las prácticas editoriales ya tenían un recorrido consolidado. Traslademos a las circunstancias actuales una venta al estilo de la que hizo Cervantes. Imagina un buen libro, al que se le auguran unas ventas estupendas, de un escritor conocido con un público fidelizado. El escritor vende sus derechos a un editor por, pongamos, diez mil euros… ponle veinte mil si te parece mejor, que no voy a ser cicatero en este ejercicio teórico. Supongo que Cervantes no obtuvo con su venta un poder adquisitivo parangonable, pero ese es otro cantar. Porque Cervantes no era un profesional como lo entendemos hoy. No vivía de su obra y debía seguir trabajando en el siglo. Lo cual le mantenía conectado con el mundo que le tocó vivir, pero esa también es otra cuestión… Una vez hecha la compra de los derechos de edición, el editor invierte dinero…

Celaá no es Cela
Artículo de opinión / 22 de noviembre de 2020 / laaguja

Los colegios y escuelas, los institutos y la universidad, siempre se han considerado centros del saber, no centros de ignoranciaá. En estos centros se enseña, además de las ciencias y las artes, a pensar por sí mismo y a valorar el esfuerzo personal, y nunca han sido centros donde se celebra la vaganciaá y la incuriaá, actitudes que suponen todo lo contrario a la esencia para la que han sido creadas estas instituciones. Pero Isabel Celaá con la ley que defiende personalmente, va a convertir a las futuras generaciones en deudos de la mediocridad. Mediocridad en el alumnado pero también mediocridad en el profesorado. Hace al menos veinte años que las promociones del profesorado abandonan la universidad sin ningún compromiso con la excelencia; en las facultades también se esconden profesores que llenan sus discursos en las aulas contando sus problemas familiares y personales en lugar de dedicar su horario lectivo a impartir la materia para la que han sido contratados. Pero hemos llegado a un punto en el que los mediocres se perciben como buenos habida cuenta del monto de profesores vagos y retrecheros que anidan en las aulas. Es lo que han dado las pésimas legislaciones educativas anteriores a…

Eufemismos y oxímoros
Artículo de opinión / 13 de noviembre de 2020 / laaguja

A principios de este siglo vivimos una fiebre de eufemismos generalizados. Uno de los más paradigmáticos es denominar operario de servicios múltiples a lo que siempre se ha llamado peón, pero centro de salud, punto limpio u oficina de empleo también siguen entre nosotros. Este lenguaje engañoso, esquivo, hueco, falaz en su esencia pero casi poético en su concepción, nos llegó de la política nacional y de los políticos necesitados de sudokus lingüísticos. No es fácil dar con la tecla imaginativa, pero como ejercicio mental para su creación no está nada mal, aunque me temo que fueron los técnicos los que se trabajaron el apartado lingüístico-creativo. Lamentablemente genera humo y la población, a veces más necesitada de soluciones que de crucigramas, se acaba tragando el humo conceptual. Y así nos tragamos perlas como segmento de ocio (el recreo), ataques selectivos (asesinatos) o panel vertical de información (el encerado), siendo el más rocambolesco y atrevido el de la alianza de las civilizaciones, porque ni siquiera se plasmó en nada coherente. Acabando el segundo decenio del siglo, dando un salto mortal en el vacío conceptual, hemos hecho del oxímoron una guía, y así decimos sin empacho crecimiento–negativo, discriminación–positiva, aldea–global, comida–basura, realidad–virtual, religión–laica…

De las vacaciones al fin del mundo
Artículo de opinión / 11 de noviembre de 2020 / Luis R. Miguez

A raíz del artículo del lunes me han enviado un enlace que te voy a mostrar, y desde el que hilvanaré una serie de temas hasta llegar a una conclusión lectora: vacaciones-mascotas-cuentario-distopía-apocalipsis-postapocalipsis-cuento. Te dejo una, creo, interesante charada. Por lo que colijo del enlace que me han hecho llegar, el relajo vacacional que comentaba el lunes aumentará cuando las Administra(i)ciones, por la presión social, comiencen a conceder ‘bajas maternales’ por comprarse una nueva mascota. Esta idea no ha entrado en mi libro Ciudad Perro, pero la historia que te cuento en el duodécimo cuento del libro, un cuento distópico de aquí al lado, todavía sigue siendo ficción. Ignoro cuánto queda para que se haga realidad (te lo bajarás gratis, pero lee los que van delante para entender ese «cuento número doce»). En este comienzo de siglo hemos alcanzado las distopías que tanto temíamos en el siglo XX, y el fin del mundo era en 2020. Pero creímos que para el fin del mundo vendría un… un… un ‘tipe’, que los ángeles tampoco tienen sexo binario, y diría aquello de «los buenos a la derecha de dios padre y los malos a su izquierda» (curiosa esta arcaica división, ¿eh?). Pues no, el…

Tiro Loco McSimón
Artículo de opinión / 10 de noviembre de 2020 / laaguja

Los pagos hay que hacerlos cuando la oportunidad la pintan calva o rucia, y los Picapiedra españoles aprovechan para colocar a sus fieles chupacerúmenes en los cementerios de elefantes con que se mercadea en la política nacional. A la persona que mintió a toda una nación diciendo que el coronavirus no iba a dejar más que tres o cuatro contagios en España; al tipo que tenía la obligación de saber qué coño se nos venía encima; al elemento que al menos debía saber que no iban a ser tres o cuatro contagios; al quídam que debió irse cuando vio la que había armado (miles y miles de muertos que confiando en la jovialidad de sus palabras no se preocuparon de la mortalidad que traía este virus) pero que decidió quedarse para seguir haciendo prácticas de futurólogo que acierta menos que aquel Juan Dámaso, vidente. En fin, a ese de la voz cazallosa y camisas siderúrgicas le van a promover a un cementerio de elefantes en el mismísimo centro europeo de vigilancia contra la pandemia, cuando en su propio país han quedado al desnudo sus carencias profesionales, calificándolo de un ser vil funcionario. A un licenciado en medicina, capacitado para recetar…

Santo Patrón
Artículo de opinión / 9 de noviembre de 2020 / laaguja

Vivimos en un estado aconfesional. Pero aunque esté escrito en la Constitución de 1978 —artículo 16.3: Ninguna confesión tendrá carácter estatal—, se mantienen pagos para sostener los diferentes caprichos religiosos. Mientras que con la boca se niega, con la mano se llenan los bolsillos de credos y religiones que, al igual que la monarquía, representan modos de vida y de organización política y social que han ido quedando obsoletos a lo largo del siglo XX y están superados en el siglo XXI. Todavía rancios meapilas mantienen su recia raigambre, y otros que visten informalmente en recepciones regias y despachos diplomáticos temen finiquitar con estas costumbres por miedo a la Nada, a Mordor o quizá al Infierno. Uno de los colectivos más laicistas es el de los profesores. El laicismo se asocia tradicionalmente a la izquierda, con el reaccionarismo como lugar común. Y la religión (tradicionalmente) pertenece a la derecha, que porta el cliché de rancia y conservadora. Pero el próximo mes, diciembre, veremos profesores, aguerridos defensores del laicismo, contraviniendo la legislación y colocando nacimientos o belenes en las escuelas. Con sus pastores proletarios a pie, con sus armiñadas majestades en monturas, con sus tecnificados ángeles voladores y el amorcillo en su cuna…