La costa de los ácaros

La cocina del escritor.—
El cuento surge como crítica y protesta a la situación a la que ha llegado nuestra sociedad por colocar gente desnortada e ignorante al frente de instituciones públicas, gente a la que todo le da igual: sólo buscan satisfacer su egotismo, su afán de protagonismo. Es un cuento que tiene poco recorrido; ya dijo Antón Chéjov que es necesario huir del momentismo si queremos que nuestra obra permanezca. Pero qué carajo… me apetecía recrear esta escena, esperando a los invasores a pie de costa, haciendo con el título un humilde homenaje a Dino Buzzati y su El desierto de los tártaros. La palabra «bárbaros» ya estaba cogida por J.M. Coetzee en su novela Esperando a los bárbaros, así que tuve que ingeniármelas para encontrar una palabra que tuviera similifonía con «tártaros». El lector atento descubrirá varios guiños a la actualidad política nacional (lo escribí hace ocho meses).

La costa de los ácaros
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La costa de los ácaros
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(cuento – 1.456 palabras ≈ 6 minutos)
Dedicado al coronel Pedro Baños

Si me llegan a decir que iba a acabar haciendo imaginarias en la costa, me hubiera metido a la construcción de cabeza.

No te quejes, que no lo pasamos tan mal.

Vente al Ejército, alístate en Vigilancia de Costas, un trabajo bien considerado, bien remunerado y con prestigio.

Bueno, tampoco pagan mal. Sólo llevamos tres años.

Ya, pero yo esperaba un poco más de acción, no estar aquí de noche, contigo, mirando al horizonte.

Peor sería que nos hubieran destinado donde las noches son negras, frías y húmedas.

Pero yo esperaba que en Costas hubiera más acción, no sé…

Las noches de lanchas y traficantes se acabaron con el aviso de la invasión.

Eso sí estaba bien, ¿eh? Patrullar la costa desde la mar, no en este cabo sin playa. Nos duró poco la emoción.

Sííí… estuvo bien… Pero corríamos mucho peligro, que esos cabrones tiraban a matar.

Y estos que esperamos, ¿qué crees?, ¿que van a venir con tarta y velitas o qué…?

Hum… estos, si pueden, antes nos degüellan que nos pegan un tiro. Y ahora que lo digo, no olvidemos vigilar nuestras seis.

Ya habríamos oído algo, ¿no?

Si los han degollado, no.

No seas cabrón. Los hubieran visto, habrían dado la alarma, y se hubieran batido el cobre, como se espera de nosotros.

A ver… toda la línea de costa está protegida, joder, y lo saben. Mucha champa tendrían si justo en el punto que elijan para la invasión los nuestros se quedaran dormidos…

Ellos calcularán que todos estamos alerta, y vendrán con tiento.

O por las bravas. Pero saben que en cada puesto hay un cañoncito de estos, je…

Molaría entrar en combate.

Sabes que si elijen este sitio nosotros palmaremos, ¿verdad?

Supongo…

A ver, tú qué harás si vienen.

Lo que nos han dicho: dar la alarma, hundirles un par de lanchas, y antes de que nos localicen, replegarnos.

¿Y dejarles este armamento para que lo giren y nos maten batiéndonos en retirada? Yo eso no lo voy a hacer.

Tú quieres ser un héroe muerto, no te jode.

Igual lo prefiero a ser un cobarde vivo.

Bueno, en serio… un cobarde vivo puede matar unos cuantos cabrones más cuando estén tierra adentro.

Y arrastrar la vergüenza toda la vida.

No si jodes a muchos; dirán que viviste para matar más. No tengo muy claro que morir con las botas puestas sea lo más inteligente.

¿Tú crees en serio que nos van a invadir?

Supongo, ¿no…?, lo han anunciado. Por eso estamos aquí.

Pues por eso tengo mis dudas.

¿Qué quieres decir?

Pues que nadie avisa que van a invadir. Es como cuanto te peleas en la calle. No le avisas que le vas a dar… le das.

A lo mejor están muy seguros. Piensa que si no lo hacen, internacionalmente quedan como cagarros.

Eso sí… ¿Te acuerdas de la invasión rusa de Ucrania? Se aproximaron a la frontera con la excusa de unas maniobras, y cuando tenían allí todo el contingente, atacaron.

Y fueron maniobras… de distracción; sólo que no distrajeron a nadie. Pero sí que tienes razón, que atacaron sin avisar.

Los japoneses a los estadounidenses tampoco les avisaron.

Pues estos han avisado y aquí estamos, esperándoles.

Aquí estamos: en la costa, esperando a los ácaros.

De imaginaria.

Hoy hace cuarenta días del aviso.

Pues igual es hoy. Tengo oído que para gente tan supersticiosa como los ácaros el cuarenta es un número mágico.

Han planteado una guerra de nervios.

Será para nosotros, que las del gobierno siguen a sus chorradas como si nada fuera real.

Esa chavala… qué suerte ha tenido. Luego dicen que si el futuro se puede antever. Y una mierda.

¿A qué te refieres?

A que si miras la historia desde hoy, la serie de hechos que nos han traído hasta aquí parecen de lo más normal, pero cuando estás en el hoy nunca sabes qué giro van a tomar los acontecimientos mañana. La opción más improbable hoy es la única solución viable pasado mañana.

Creo que a ese sesgo lo llaman presentismo. Pero tienes razón, quién iba a pensar que esa chavala, de fregar baños en una gasolinera de la autopista, iba a llegar a presidente.

Pues ya ves, una manifa, un novio con suerte hasta que le cortaron el rabo, y ella se queda en el gobierno. Dio un buen pichazo.

Hasta ahí, es el cuento de la cenicienta, pero lo que vino después… lo que dices, no se entendería desde el ayer en el que vivíamos. Y a toro pasado, es que parece una concatenación de hechos inevitable.

Nos repetimos, esta conversación es la de todas las noches.

Y va a acabar como la de todas las noches, cuando llegue el relevo a las seis. Deja ver… quedan poco más de dos horas.

Pero es agradable saber de antemano lo que tú vas a decir y lo que yo voy a decir.

Hemos discutido por otras cosas, pero en esto estamos de acuerdo.

Pues por eso digo que es agradable, ja…

Jajá… Sí…

La verdad es que quién iba a decir que el presidente tan mazas que teníamos la iba a armar tan gorda y esta tipa, que prácticamente ya estaba defenestrada, iba a salir reforzada hasta la presidencia del gobierno.

Ya…

Y vaya modelo que han impuesto. Tú y yo estamos jodidos.

Yo no, que tengo pensado cambiarme de sexo dentro de unos meses.

No jodas… es una guasa…

Sí… y no. No te piden nada, sólo dices que te sientes mujer y todo son beneficios.

Es que si eres mujer, todo cambia.

Ya, pero los que estamos vigilando la línea de costa somos los machos.

Que según ellas no valemos para otra cosa.

Me dan ganas de que cuando vengan estos, dejarles entrar.

¿¡Qué dices!?

Pues eso, que entren gratis. Los tíos no vamos a tener ningún problema con sus costumbres.

Eso es verdad.

Y van a traer igualdad.

Eso no lo te crees ni tú.

Que sí, ya lo verás. A las lesbianas las va a violar igual que van a violar a todas las demás.

Jájaja… Qué burro… Pero sí es verdad.

Iban a cambiar muchas cosas. Al final lo de estas tías es una religión más que nos han impuesto a base de cinismo. Que no digas eso, que no hagas aquello, que no pienses lo otro. Si le echas un piropo a una chavala, te juegas un expediente y la expulsión del Ejército.

Me estoy acordando del rubio aquel que echaron de la federación por un beso. Todos decían que había hecho muchas tropelías. Pero se lo cargaron por un beso. ¡Por un beso, tú! Fueron ellas las que jalearon para cargárselo diciendo que un beso es una agresión.

Y al melenas cachas de los vídeos de Internet. Allí se fraguó el destino del país. Como para olvidarlo. Lo que tú dices, en aquel momento nadie podía saber que todo iba a girar para terminar así.

Igual sí, igual fue por aquella que se levantó la manadita.

Ya te he dicho, si vienen los ácaros los dejamos entrar. Nos retiramos sin dar la alarma. Que nos invadan, yo no tengo nada que perder.

Sí… ellas con su discursito de igualdad fuerzan la injusticia. Tienen mucho más que perder que un tío de toda la vida. Si les dejamos pasar, los ácaros harán como hicieron ellas con el rubio: arreglar un entuerto con una injusticia.

Mira, allí… ¿has visto aquel reflejo?

¿Dónde…?

Como un brillo, allí.

Sí… ¿No será la luna que riela sobre las olas?

Espera a que ajuste los lentes.

Tú abre los ojos. Voy destapando la batería, por si acaso.

Hostia tú que sí, mira ahora, ahí están.

Joder, han elegido este punto.

Están todavía lejos, vete ajustando el tiro. Pero tenemos que asegurarnos de que son ellos, que si no son nos meten un paquete.

Vale vale, pero tú sigue oteando…

Sí, sí, ahí están. La hostia, son un sinfín de lanchas. Querrán desembarcar en varios puntos de la costa para luego reagruparse en tierra.

Eso es viejo… Sí, están ahí. Sí, ahora los veo bien: son ellos.

Voy a dar el aviso por radio, que igual tenemos a algunos julais dormidos.

Cuando estén a tiro, a ver cuántos nos cargamos. Vete acercando la munición. Aún quedan un par de minutos…

Y una mierda, ¿no habíamos quedado en dejarlos pasar y que las violen a todas?

Ya… ¿lo hacemos, tú?

Negativo. Me quedo a defender a nuestras mujeres. Es lo que pasa por haber nacido hombre… Vamos a darles. En cuanto descubran el punto desde el que disparamos tendremos los segundos contados.

Tengo la primera a tiro. Buena suerte, tío. Ha sido un placer haberte conocido.

Lo mismo te digo, amigo.

¡BUUM…!

Losange Sable
septiembre 2023