Un recorte

24 de marzo de 2019

Otro punto de vista sobre la obsesión feminista:
Lo dejé escrito en un artículo que me publicaron en República de las Letras, la revista digital de la ACE.

La propia Asociación Colegial de Escritores de España había planteado un seminario de poesía donde, entre otros objetivos, se anunciaba:

(…) con este proyecto heterogéneo y plural se pretende dar la voz y el lugar que merecen a quienes, durante tanto tiempo, han sido injustamente silenciadas dentro de la necesaria recuperación de algunas de las mejores voces de nuestra poesía, en la línea de potenciar la igualdad y reivindicar la necesidad urgente de incorporarlas al canon usado en las aulas de los diferentes niveles educativos (…)

Pues sí y no. Si esas mujeres fueron silenciadas por motivos políticos pero tienen calidad para acceder al canon, entonces sí. Pero si es para cumplir con paridades actuales, entonces no. Decía en mi artículo que es sano que se refleje una «generación hueca» para que nuestros descendientes se pregunten por qué no hay un número de mujeres con calidad suficiente como para figurar en el canon de la poesía española de la segunda mitad del siglo XX; a nada que investiguen (si son excelentes y no mediocres) encontrarán que la culpa es de otro totalitarismo como el que ahora quieren imponer.

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