Estupor, incredulidad… Alienación, esperpento… Intereses bumerán, concesión torticera…
Estos epítetos (y otros que asomaron y se fueron) han pasado por mi mente mientras leía la noticia: «Disney y el ministerio de Educación y Cultura se alían para animar a los niños a leer«.
Y se me han introducido varias preguntas entre las sinapsis:
- ¿Por qué darle dinero español a una multinacional americana que no lo necesita para subsistir?
- El convenio obliga a Disney a realizar un anuncio de 20 segundos (duración estándar), a buen seguro pagado con dinero de todos los españoles. ¿Por qué no se informa a la ciudadanía de las contraprestaciones económicas que el gobierno de España va a conceder a la multinacional?
- La emisión de ese anuncio (¿por qué escriben y repiten spot?) sólo alcanza a los canales de la multinacional americana y por dos meses. ¿Cuántas veces se pasará al día?, ¿qué días?, ¿en qué franjas horarias? ¿Y por qué en estos dos meses concretos?
- ¿Qué gasto extra supone esto para la multinacional? ¿Qué gana la Disney con ello? ¿Es que dan duros a peseta?
- ¿De verdad alguien cree que el gusto por la lectura se logra con imágenes de personajes animados durante 20 segundos y dos meses? Una vez visto el anuncio, los críos «oirán llover». ¿O es que piensan emplear La naranja mecánica con nuestros niños? Porque no veo el refuerzo al estímulo por ningún lado. Yo pensaba que estas cosas se trabajaban «desde abajo», desde la base, en los colegios, con las familias. Y que se coordinan con otras acciones de forma que entre todas se refuercen… siendo la suma de las partes menor que el resultado conjunto.
- ¿Por qué la frase entrecomillada del señor Amselem, consejero delegado de la multinacional para la península Ibérica, me suena a embaucamiento? ¿Tan fácil es engañar a un ministerio español? ¿O es que llega la Disney y nos arrodillamos todos?
Disney ha ido edulcorando todos los cuentos que han caído entre sus manos, adaptándolos a lo que la pacata moral americana entiende que debe hacer con sus niños (que luego en aquel país andan como andan, a tiroteos en los institutos). La gran mayoría de las historias que versiona la Disney tienen origen europeo. Podemos empezar con Cenicienta (Giambattista Basile, Charles Perrault y Hermanos Grimm), continuar con La sirenita (Hans Christian Andersen) y terminar con Hércules (mitología griega con el nombre romano del semidiós… ¿hay mayor despropósito?). Con su almíbar, a fe que expolian nuestra historia cultural. Y ahora nuestro gobierno les paga por ello.
Habla el Secretario de Estado para la Cultura, Fernando Benzo: «(…) Y por eso agradezco a Disney que se haya ofrecido desinteresadamente a colaborar en esta tarea, dando muestras de su implicación con la juventud«. ¿De verdad señor Benzo es usted tan cándido que cree que nos tragamos que la Disney hace algo desinteresadamente? Vive usted en un cuento de hadas…
Una última pregunta me hierve entre las neuronas…
- ¿No había nadie en España que pudiera fomentar la lectura de forma más eficiente?
Ese convenio le vendría de perlas a la ACE, asociación que aglutina a verdaderos profesionales del gremio. Pero Disney nos dará 20 segundos durante 2 meses.
No hay comentarios