En román paladino Quiso dar por culo y lo mandaron a tomar por culo. Para comunistas y socialistas Yo no soy igual que tú y no quiero que tú seas igual que yo. Los humanos ni somos ovejas que siguen la catinga del rebaño ni somos abejas gobernadas por una mente de colmena.
Climatología —No conozco cosa más absurda (estólida) y estéril (estúpida) que quejarse y protestar por la climatología del día. Aun así, hay individuos que pasan por inteligentes y protestan y se quejan. Caosclimatismo —Todos los que creen que existe un cambio climático antropogénico reniegan de que el hombre sea el centro de la creación (o el culmen de la evolución) y que gobierne la naturaleza a su antojo. No reparan en que creer que el hombre sea capaz de generar un cambio climático en todo el planeta es lo mismo que critican.
El tonto del día En la línea de cajas, espero pacientemente mi turno. Cuando la señora de delante está terminando de meter su compra en el carro comienzo a colocar la mía en el sinfín. Cuando termino, me muevo hacia delante. Al tipo que viene detrás le entra el baile de san Vito en las manos y acaba empujando algunos de mis productos hacia delante: —¡Ih! No toques mis cosas. ¡Respeta! Disforia —Sólo hay dos sexos: macho y hembra… Esa es la única verdad, lo demás son ilusiones. Y no hay odio en mis palabras, cariño. Sólo hay amor. Quiero que te trate un profesional para que te aceptes y vivas en paz contigo mismo.
Siglo 21 Veo venir calle abajo a una amiga. Viene desnuda de cintura para arriba. Me quito la camisa y le cubro el cuerpo. Ella se queja porque mi camisa rasca. Fosa común —Los cementerios están llenos de gente que tenía la preferencia. —Y de mártires olvidados.
Precaución 🦴🐕 —Antes de quedar con una tía he de preguntar. —Te veo alterao. ¿Qué te ha pasao? —Hablo con la tipa en el bar, intimamos, me invita a su casa, tonteamos, nos desnudamos, y cuando estamos con el misionero, con el éxtasis tardé en enterarme de que algo me hurgaba el ojete: ¡¡era su puto perro!! Nuevas tecnologías Estaba en la pizzería conociendo a una chavala. Le propongo ir a dar un paseo para hacer tiempo hasta la película, y me dice: «Si no llueve, sí». Y acto seguido veo que saca el móvil. «¿Qué estás mirando?», y me dice: «Mirar a ver si está lloviendo». Antes de que terminara la consulta ya me había asomado a la puerta… y me fui.
Cabezón Voy a un comercio del barrio. Llego por un lateral, y cuando voy a entrar sale un viejo canijo y tengo que dar un salto atrás porque el tipo sale como un obús y con la cabeza por delante. La edad, pienso con pesar, no da sabiduría. Marifeminismo —Estábamos en la cocina. Mi mujer preparando la comida y yo haciéndome un piscolabis. Cuando cogí una cerveza de la nevera ella me pidió que le sacara dos huevos. Le saqué los míos y si le digo la verdad no sé qué hago aquí, señoría, acusado de machismo, maltrato psicológico y agresión sexual.
Las cosas claras LA OKUPACIÓN ES ALLANAMIENTO. Traga_perras 🦴🐕 En el parque dos felipanes llaman a sus perros: Tul, ven. Zuna, ven… y el tío hace un silbidito. Los perros continúan a su bola. Los amos van tras ellos, llamando y haciendo silbiditos. No sé para qué el paripé: si los canes vuelven será porque coincide, no porque obedezcan al llamado. Pero ellos siguen probando, por si toca…
Tabaco —¿Te has fijado?: LOS HOMBRES DUROS NO FUMAN. Quienes fuman por la calle son las mujeres y los gañanes. Vida virtual en colisión Camino con mi novia. De frente una hobbit viene contra nosotros ensimismada en su móvil. Agarro por el brazo a mi chavala y nos paramos. La hobbit en lo suyo. Me interpongo entre ella y mi chica. La hobbit choca conmigo, rebota y cae de culo. ‘Bienvenida a la realidad’, le digo.
Brutos de ciudad Cuatro familias han alquilado aquí al lado una casita. Han estado gritando, chillando y berrando todo el tiempo, niños y padres, como cuando van al campo de fútbol. Han destrozado la paz del campo. Creen que a más ruido mayor diversión. Ignoro a qué han venido pero no han aprendido nada. Salvajes de ciudad Ahora que se han ido empiezo a entender… Con tanto grito y con tanto berrido se evaden de su vida miserable en un barrio infame, la olvidan y se creen felices, a salvo de ella… Pero la ciudad les aguarda…, paciente, para engullirles de nuevo. Y es la consciencia de ese inevitable regreso la que les lleva al salvajismo vacacional.
El irrespeto El tipo mantiene una conversación con la pantalla táctil del cajero. Lleva rato botoneando y sin parar de toser con la boca abierta, sin poner la mano. Entro en la entidad bancaria y pido que me atiendan con mi tarjeta y mi dni. El motivo: me he dejado la clave en casa. Catetos de ciudad Cuatro familias alquilan una vivienda vacacional en el campo (no en el monte) y están rodeados de vecinos. Buscaban la paz y tranquilidad del campo pero no han disfrutado de ellas porque las han destruido con sus voces constantes. Volverán a la ciudad con el mismo nivel de sobreexcitación que traían.
¿A qué salen? Colea el verano. Se van los urbanícolas con su hiriente crispación inherente. Adonde van, llevan incrustado su ritmo urbaniego: prisas, estrés, insomnio, exigencias, un reloj biológico que les aboca a madrugar, agresividad… Enmalahostiados por vivir una semana fuera de su hábitat, la realidad no les permite más… Paletos de ciudad Alquilan entre varias familias una vivienda vacacional en el campo. Estando de tertulia nocturna en el cenador, llega un ciervo volador y todos ríen la machada de aplastarlo con una zapatilla. Luego le piden a una de las niñas que lo tire a la finca del vecino «para que no vengan hormigas».