La listilla del bote La conversación gira sobre restaurantes de alta gama, y sentencio: «Donde mejor se come es donde hay bancos corridos y serrín en el suelo». Una tipa interviene: «Eso no es cierto, yo en mi casa como muy bien». La miro con tristeza: «Cuando se hace una generalización las personas inteligentes asumen que no es cierta».
Tomando conciencia de pobre —Irse de vacaciones para tener que hacer la compra, la comida, fregar y hacerse las camas, son unas vacaciones de miseria.
Turisgueros borrascosos —Perdón, ¿me permiten unas preguntas? —Diga… —¿Están ustedes de vacaciones? —Sí, llegamos anoche. —Son ustedes de ciudad, pues. —De ***. —¿Y cuando están ustedes en la ciudad van dando estas voces por la calle? Yo voy a menudo a la ciudad y nunca he visto a nadie hablar a voces. Están ustedes en un pueblo, no en el monte. Igual es que creen que están en un parque de atracciones.
Preocupaciones XXI Termina agosto y los turistas se toman la última consumición en la terraza del chigre del pueblo. Sus conversaciones no giran en torno a que no les hayan robado el piso, sino a encontrarlo sin okupas. Si les han robado, al menos siguen teniendo dónde dormir.
Actualización Con el siglo XXI ha llegado el final del inveterado «pan y circo» romano. Lo han transmutado en «paguitas y verbenas», mucho más cercano al cociente intelectual del rebaño ovinizado.
Juguetes… Mi vecino siega ahora su jardín con desbrozadora. Tarda diez veces más que con la cortacésped y es mucho más incómodo. Pero al tío se le ve feliz porque ha encontrado un sustituto de lo que nunca tuvo: un miembro largo, ruidoso y vibrátil.
Los amantes de Teruel (tonta ella y tonto él) Vacaciones. Matrimonio de cincuenta para arriba. Caminan por el pueblo agarrados de la mano, como si fueran novios. Pero se nota en la presa que no acostumbran a caminar así en su ciudad. Y en las aceras estrechas del pueblo continúan caminando a lo ancho, hasta que un lugareño se para, les mira fijamente, y no se baja.
Qué nos están haciendo… Verano, fiestas patronales… Cerca de mi casa cuarentañeros y treintalescentes celebran una jira privada. No sé a qué juegan, pero escucho sus risas; son todas iguales, uniformes, impersonales, desnaturalizadas, como las risas enlatadas de las comedias televisivas: explotan todas a la vez y duran exactamente lo mismo.
Asustado de por vida De niño te decían «Ven que viene el Coco» y venías. Ahora te dicen: «No vayas que viene la derecha», y no vas. Contigo sigue funcionando.
El ocaso de Occidente Hay tres tipos de personas dañinas para la sociedad: los mediocres, los torpes y los inútiles. Dejamos que los mediocres planifiquen. Permitimos que los torpes ejecuten. Y aceptamos que los inútiles vociferen la ejecución de los planes mientras se ofrecen en total sumisión a los torpes y a los mediocres.
Cuestión de niveles —Hay información que manejan los gobiernos que categorizan en privada, reservada y secreta en función de intereses partidistas y electoralistas. Cuando estas informaciones salen a la luz pública, los políticos las llaman desinformación.