«El hecho de que un hombre sea un asesino no prueba nada en contra de su obra artística». Oscar Wilde El Celsius 232 (Avilés) es el festival literario que más me gusta. Es recogidito y alberga un sinfín de actos y actividades. Es difícil no encontrar media docena larga que te interesen. A veces dos te coinciden en el horario, pero es algo ineluctable. Debo llevar cuatro Celsius, contando la primera edición, y siempre reina un ambiente agradable (salvando los pagaditos de sí mismos, algo que casi también es ineluctable). Cristina Macía organiza y sobrevuela el festival con su desparpajo y simpatía naturales, y cuenta para ello con dos potentes motores que impulsan su vuelo: Iván Argiz y Diego García. También cuenta con innumerables alas más o menos anónimas que sustentan su plácido navegar durante ocho ediciones, todas exitosas. Pero ha querido el dios de los frikis que para la edición 2020 el vuelo se escore hacia una acera. Con criterio literario, la organización del Celsius ha invitado a un referente internacional de esos mundos de dios más o menos de ficción: el escritor Orson Scott Card. Tan importante es este autor, que su firma ha trascendido la ciencia ficción…
Ayer daban salida al concurso de cuentos en cadena, aplazado el lunes por ser festivo. Los cuentos ganadores los tenéis que buscar en este enlace, en la semana 14. Perdido para siempre Había pedido a los Reyes que le devolvieran a su papá. No iba a ser tarea fácil. El padre era fumador empedernido, y el ingenuo Rey de oros le entregó dinero. Entonces se aficionó a la bebida. El Rey de copas le amargó el trago. Cuando el padre se enganchó al crack, el Rey de espadas le tajó las aletas de la nariz. Mutilado, se colgó del bacarrá; y el Rey de bastos partió la mesa. Enfadados, viendo todos sus esfuerzos conjurados, los trasgos malévolos le procuraron la peor de las adicciones, la más temible de todas: le aficionaron al concurso de microcuentos… Y el Rey de corazones, nada pudo hacer. He querido desmarcarme de la tendencia a que abocaba la frase de inicio y la insalvable fecha del 6 de enero apelando a otro tipo de reyes. Di por sentado que premiarían la imaginación, pues durante la emisión siempre critican los lugares comunes. No ha sido así. Los cuentos seleccionados como finalistas han sido tres cuentos moñas,…
Me gustan los cuentos crudos (es algo ineluctable), y entre ellos destacan los cuentos de frontera. Ha llegado el momento de definir este tipo de cuentos a fin de saber dónde buscarlos. Es obvio que esta temática cuentística va a darse en lugares fronterizos: un cuento que transcurra a lo largo de una frontera artificial va a ser necesariamente un cuento de frontera. Es posible que se nos relate el comercio que existe entre batalla y batalla, o el cruce ilegal de la frontera en tiempos de paz… La vida fronteriza, en resumidas cuentas. Pero quiero entender los cuentos de frontera en un sentido lato. No hace falta una línea dibujada sobre un mapa para encontrar cuentos fronterizos. Mejor defino qué entiendo por cuentos de frontera. Son cuentos de frontera aquellas narraciones donde confluyen y se confrontan dos culturas o dos civilizaciones en un espacio determinado. El choque al que abocan diferencias culturales, socioeconómicas y de otra índole, suele reflejarse de forma descarnada en estos cuentos, aunque no es obligado que se nos relaten siempre enfrentamientos y luchas. Encontraremos muchos cuentos de frontera entre los cuentos bélicos de cualquier época (la invasión, las batallas, la expulsión) y entre los cuentos…
Un error (forzado) que cometen las editoriales, que tampoco es que tengan tiempo para mirar por la ventanilla del tren en el que están subidas, es ignorar a los autores sin rostro, sin nombre en concursos (leo cuentos estremecedores que jamás ganarán un concurso y he leído los cuentos insípidos de una escritora que gana todos los concursos), y sin título universitario que respalde una formación reglada. Olvidan que la vía académica no es la única vía para adquirir conocimientos válidos. Digamos que la creatividad te la matan en la universidad, sobre todo si con la que te han echado al mundo es limitada hasta para felicitar las pascuas. Así que a mayor titulación (licenciatura, máster, doctorado) te es más difícil salirte del pasillo que te has trillado en los años de uni. Ese pasillo te acompañará a lo largo de tu vida; avanzarás, pero sus paredes serán tus límites. Y en carreras humanísticas más que en las científicas. Un científico (un cirujano traumatólogo, por ejemplo) está siempre pendiente de la innovación. Seamos sinceros… la innovación nutre al científico; el humanista la teme. La editoriales españolas están copadas por filólogos, traductores, científicos de la información (!?!), algún filósofo (más bien…
Un nuevo lunes sin llamada y sigo jugando. Esto es como las tragaperras, que te entonteces con ellas porque de vez en cuando toca. ¿Tendré que volver a escribirles un cuento sólo diálogos como la otra vez? Claro que el título que me he buscado esta semana igual no ayudaba al concepto de microcuento. Navidad del estudiante, una mano detrás y otra delante Cuando llegué estaban poniendo la mesa para cenar. Para mí no había nada. No había llegado la asignación de mi casa y nada puse para la cena de navidad. Les saludé y me fui a mi cuarto. Cené un trocito de pan con un par de lonchas de mortadela. Me iba a meter en la cama cuando dieron tres toques seguidos en la puerta. Era Alfonso, que venía con un puñadito de cacahuetes. —Hoy hemos cenado algo calentito: un caldito de berzas y medio huevo duro para cada uno. Traigo mi postre, para compartirlo contigo. Le agradecí el gesto. ¡Cómo decirle que tengo escondidas seis lonchas de mortadela…! El cuento está contado para superponer dos visiones a la vez. Según se lee es un cuento intemporal. Nada se nos dice de la época en que…
06.11.2018 — Betina González (Argentina, 1972). * En este libro hay cuentos que dialogan entre sí. ¿Esa fue la búsqueda? (…) Me parecía que insistir más en el diálogo iba a quitarle variedad al libro. (…) Me interesaba que hubiera resonancias pero no repeticiones (…). * También hay un trabajo sobre los ritmos, que sí son variables. (…) los ritmos son importantes, no solo los temas y los motivos sino que no haya una cosa monótona, que no esté siempre la misma voz o el mismo tipo de personaje. (…) es importante lo que se cuenta pero el atractivo, lo que capta la atención es el ritmo, como está contado. * (…) El valor agregado de la ficción, sino sería una crónica o la narrativa del yo, que está tan de moda. La ficción te aporta una mirada distinta y la posibilidad de inventar, de dar ese salto. * Este libro tuvo otras dificultades pero crear voces no, porque si no tengo la voz no empiezo a escribir. Me lanzo cuando ya la escucho. * La idea de que si alguien no lo cuenta, algo único se hubiera perdido. Estamos acostumbrados a pensar en el arte nada más pero hay…
No contaba con que me llamaran esta semana de la Cadena SER (ya ni digo que me clasificaron como finalista en mi tercera participación). El cuento presentado puede ser etiquetado de tendencioso. No es así, pero primero os lo muestro y luego lo explico. Vocación Le confesé a mi padre lo que había hecho. Aunque era ginecólogo, yo tenía miedo a perder la vista, como aseguraba el padre Rosendo que nos ocurriría, y decidí contárselo todo. Entre risas, mi padre me reveló que él había hecho lo mismo a mi edad. Y con el padre Rosendo, para más inri, pues fueron compañeros en mi colegio. De pronto mi padre se puso serio y me despachó de sopetón. Me rezagué por el pasillo al oír que llamaba por teléfono: “Oye, Rosendo, no seas cabrón y manda enfoscar ya el agujero del tabique de los vestuarios”. Así, a bote pronto, cualquiera se irá por los cerros de la pederastia del cura. Pero el cuento tiene otras lecturas. Primero, para los que sólo viajan en una dirección, queda claro que el narrador es alguien en edad escolar… Pero debería haber latido la duda de si era niño o niña. El cuento…
11.11.2019 — Pedro Mairal (Argentina, 1970). * ¿Qué es lo que conviene evitar al escribir sobre sexo, un tema literariamente complicado? El peligro más grande es ser cursi. Hay que animarse a ir directo, si es que no vas a omitir la escena y pasas del principio al cigarrillo. (…) El sexo pone cosas en juego a nivel narrativo y humano. * ¿Quizá hay más encuentros que amores en su libro? Esos medios encuentros hacen que las cosas nunca lleguen a apagarse. * Escribir sobre sexo siempre ha tenido un riesgo adicional, pero hoy los movimientos de denuncia de abusos, ¿lo han vuelto más complicado? La literatura tiene que hablar de la condición humana, de la cara B, de lo que no mostramos en las redes sociales. * (…) el (deseo) masculino quizá hoy está mal visto si eres blanco y heterosexual. Muchos no se animan a describirlo porque sienten que les pueden señalar. (…) Los hombres tendrán que encontrar la manera de escribir sobre sexo.
Hace unos días hablaba de la conveniencia de recuperar la cuentística tradicional en nuestros colegios tras el aluvión de invectivas con el que se han despachado las feministas airadas, basándose sólo en las formas que les molestan y olvidando el siempre importante fondo del asunto. En aquel artículo abogaba por recuperar Caperucita roja. Hoy pido el indulto para El traje nuevo del emperador (1837), del maestro cuentista Hans Christian Andersen, historia que todos los cuentoheridos sospechamos que fue rehecha desde un cuento castellano: el cuento XXXII de El conde Lucanor, colección recopilada por el Infante don Juan Manuel entre 1331 y 1335. Veo ahora esta noticia y no logro salir de mi asombro por la gilipollez demostrada por los autodenominados sapiens. Haría falta el niño del cuento de Andersen para que exclamara: «¡Están desnudos! ». Muchos dirán que soy antiguo, carca o facha… ¡o boomer! Es cierto que tengo a cuestas más de medio siglo, pero también es cierto que me han entrenado algo el buen gusto. Y esta performance (nota para los modernillos: los boomer decimos ‘esta actuación’) es grosera, burda y chabacana (mira el vídeo que incluye la noticia). Arte es hacer que lo difícil parezca fácil y…