Mar Día Libro
Artículo de opinión / 23 de abril de 2020 / Luis R. Miguez

Con su permiso, subo el audio que me ha regalado hoy la presidenta de la Asociación de Libreros de Oviedo. Hoy, día del libro, ha podido volver a su librería de barrio. Acabo de llegar a mi librería… Una librería que hoy no ha tenido clientes, lectores, mirones… sobones. Sobones de libros, personas que encuentran entre los anaqueles de su librería cariño, calor, una palabra, un guiño cómplice… una sugerencia amable, una recomendación amiga… Una librera de barrio que conoce uno a uno a los lectores de su barrio… sus gustos, sus preferencias, sus apetitos literarios. A unos recomienda aquello que les gustará… A otros, más osados, les propone una lectura diferente, una lectura oxigenante, que les permita regresar a su temática predilecta después de incursionar en otro mundo fresco e inesperado. Un libro siempre es un gran regalo… Sólo los amigos te regalan libros. Sólo los buenos amigos aciertan con una lectura que te acabará gustando, aunque no orbite tu temática preferida. Sólo un librero de barrio acertará obsequiando tus gustos: a veces gustos que anhelan encontrar un texto acogedor al que dormirte abrazado; pero otras muchas, gustos sobre los que soplan vientos que invitan a girar la cara…

Cinco molinillos confinados
Crónica de actividades / 14 de abril de 2020 / Luis R. Miguez

Hace ya quince días que comenzó abril y hace más de diez que he puesto mis molinillos conmemorativos en la ventana. Pistas para despistados… Continúo para bingo. Aaahoraaa… Por fin. He puesto uno por cada libro que tengo empezado. Y los he hecho de color de rosa porque así me lo pidió la presidenta de la Asociación de Libreros de Oviedo, Mar Prieto, vencedora en mil batallas. Y en esta también. El trato es que cuando la distopía que estamos viviendo termine, ella los expondrá en su escaparate, sea el mes que sea, porque ningún virus chino nos va a quitar la ilusión. Ya están descoloridos, porque estuvieron en una de las ventanas de casa. Pero ahora los tengo en la entrada, protegidos de la lluvia. Y se siguen descoloriendo. Así que esa es la pared que veis detrás de los cinco molinillos de viento que he puesto para conmemorar abril, el mes de la literatura. Nada original… una casa en la zona rural. No sé si me aguantarán todo el mes, porque aun habiendo apretado bien el pincho contra el palo para que no giraran, ahora se debe de haber aflojado y hace un rato había aire y estaban…

He firmado con Libros Indie
Crónica de actividades / 31 de marzo de 2020 / Luis R. Miguez

Me habían hecho una propuesta editorial para publicar mi cuentario Ciudad Perro desde Libros Indie, pero nos ha cogido la pandemia en mitad de la negociación. Ante mi educado silencio, me ha llamado uno de los propietarios de la editorial y me ha contado los planes de futuro que tienen para cuando esta distopía termine. Opinando sobre lo que se nos viene encima de forma diametralmente opuesta (mi opinión es bastante cenicienta, pero si amanece de color de rosa sabré disfrutarlo) me voy a poner a su lado para luchar por este ilusionante proyecto editorial y voy a remitirles el contrato firmado a vuelta de correo. Yo opino que «la normalidad» no la vamos a recobrar, como ocurrió cuando tumbaron las Torres Gemelas. Ya hemos olvidado cómo cogíamos los aviones#132 al final del siglo pasado y pienso que nuestro constitucional derecho de reunión quedará cercenado por el bienestar general durante una temporada… Así que las presentaciones de libros al uso quedarán en un «ya veremos» que dependerá de un numerito que el político de turno establezca… 1.000, 500, 100, 50, 20, 10, 5… Que a su vez dependerá de alguna fórmula estadística incomprensible para los literatos. Pero su opinión es…

Escritores artistas versus escritores artesanos
Artículo de opinión , Cuento / 11 de marzo de 2020 / Luis R. Miguez

En la literatura moderna encontrarás dos tipos de escritores: los artistas y los artesanos. Los artesanos se muestran orgullosos y confiados con su sistema de producción, mientras los artistas no le dan mayor importancia al suyo y se les ve satisfechos de aceptarse tal y como son. Los neófitos se debaten entre aceptar la propaganda que les llega de los artesanos, que predican su filosofisma de vida, o indagar en la plácida vida de los artistas. Encontramos en el artesano la figura del estajanovista que escribe todos los días de ocho de la mañana a dos de la tarde, o que se ha impuesto escribir tres mil palabras cada día, o quizá seis páginas, o cualquier otra medida establecida por el despótico imperio de los humanos. No creo en el sistema de los escritores estajanovistas. Tratan de cultivar la mente como si del arte del boxeo se tratara; arte éste que sí requiere perseverancia y religiosidad. Luego tienes el escritor artista. Es el que escribe cuando le apetece. Su producción es más errática, incluso veleidosa, pero es de una calidad superior a su capacidad. Te lo explicaré con la historia de tres hermanos que corretean juguetones por la casa de…

No entiendo
Artículo de opinión / 26 de febrero de 2020 / Luis R. Miguez

Si nos hacemos una herida y, mientras sana, hurgamos en ella, alteramos su cicatrización y corremos riesgo de infección. Podemos utilizar este elemental principio de primeros auxilios como símil para las heridas sociales, aunque corremos el riesgo que conllevan los símiles: en su esencia, sólo una patata se parece a otra patata. NO ENTIENDO cómo algunos escritores se han puesto a escribir con alegría de los años de plomo que nos infligió la ETA. Quizá les sea aplicable la fábula de los ratones que querían ponerle un cascabel al gato y sólo cuando la banda terrorista dio su último coletazo es que estos pequeños roedores se han atrevido a poner negro sobre blanco su particular visión. Explotan el dolor ajeno para beneficio propio, sin importarles si la herida está cicatrizada o no. Quizá hayan encontrado la olla de oro enterrada en el patio de su casa y se crean con derecho a esquilmarla (»final del segundo párrafo). Pero la olla es de todos los que la padecieron, y deberían pedir permiso a todos los damnificados, que los hubo, como en todo conflicto. Me van a argumentar que no pueden conseguir tal permiso; pues entonces no pueden escribir de ello hasta…

Antientrevistas
Artículo de opinión / 7 de febrero de 2020 / Luis R. Miguez

Hace varias semanas que no dejo constancia de entrevistas a cuentistas y novelistas. Pensé que la etiqueta me iba a dar más juego. Peeerooo… voy dándome cuenta de que (casi) todas las entrevistas ahora son antientrevistas a salvapatrias. Me explico en dos párrafos. Cuando leo una entrevista quiero escuchar al cuentista hablar de aquello que Millás denominó, en una buena entrevista que le hicieron en Andalucía TV, la cocina del escritor. Y yo aún diría más (con el permiso de Hernández y Fernández): quiero que el entrevistado me cuente cómo fue la cocina particular del cuento o de la novela. Para que los escritores me expliquen cómo librarían ellos al país y al mundo completo de las maldades que les acechan, ya tengo a los incompetentes salvapatrias profesionales. Si los escritores quieren predicar su catecismo ideológico, que se metan en política. Estoy con Francisco Umbral en la exposición que hace en este vídeo, y que Camilo José Cela corrobora (durante el primer minuto y medio):     Lo que está ocurriendo es que ahora son los autores quienes entran al trapo muy a gusto. Les ponen un micrófono delante y nos catequizan sin piedad y sin importarles que su visión…

Cuentoterapia y Reconquista
Crónica de actividades / 3 de febrero de 2020 / Luis R. Miguez

Me había invitado Mar Prieto, propietaria de la Librería Reconquista, a asistir a la presentación de la Escuela de Cuentoterapia en Oviedo en su librería. Tengo que adelantar que todas estas terapias que han surgido como las setas detrás de la lluvia (aromaterapia, risoterapia y otras mixtificaciones) me provocan rechazo. Así que acudí con ciertas reservas. Pero esto de la cuentoterapia sí tiene enjundia. No se trata de sanar a nadie a base de leerle cuentos. En una reunión concertada a tal fin, se utilizan cuentos comerciales y cuentos tradicionales para presentar un determinado aspecto de orden social o/y personal a un público objetivo que reúne unas características comunes, a fin de mejorar su desempeño en la faceta tratada. Luego, sobre la lectura del cuento, se debate y se abordan las problemáticas en que el colectivo pueda estar inmerso. Se trata de, mediante la lectura de uno o más cuentos, mostrarles a las personas los errores que puedan estar cometiendo y sus posibles soluciones, o la forma de encarar aquello que está produciendo fricciones indeseables en su vida. Al igual que nos identificamos con los personajes de una película, también el colectivo al que se le dirige la lectura del…

Enseñar «Los dos conejos» en el Consejo de Ministros
Artículo de opinión / 2 de febrero de 2020 / Luis R. Miguez

Ya he apuntado en este blog la conveniencia de enseñar Caperucita Roja en las escuelas y la necesidad de enseñar El traje nuevo del emperador en los colegios. Pero sus des-ilustradas señorías necesitan conocer la fábula de Tomás de Iriarte Los dos conejos. Esta fábula también puede entenderse como cuento versificado. La frontera entre una y otro es la moraleja que se extrae siempre de la fábula, pero el tinerfeño nos da aquí una magistral enseñanza que no le vendría nada mal a la señora Calvo, que con ese rostro permanentemente fruncido da la sensación de que está oliendo mierda de continuo. Recordemos esta maravillosa fábula: Los dos conejos Por entre unas matas, seguido de perros, no diré corría, volaba un conejo. De su madriguera salió un compañero y le dijo: «Tente amigo, ¿qué es esto?». «¿Qué ha de ser?», responde; «sin aliento llego…; dos pícaros galgos me vienen siguiendo». «Sí», replica el otro, «por allí los veo, pero no son galgos». «¿Pues qué son?» «Podencos». «¿Qué? ¿podencos dices? Sí, como mi abuelo. Galgos y muy galgos; bien vistos los tengo». «Son podencos, vaya, que no entiendes de eso». «Son galgos, te digo». «Digo que podencos». En esta disputa llegando…

El Punto Jonbar
Crónica de actividades / 13 de enero de 2020 / Luis R. Miguez

Había enviado el jueves mi minicuento a Relatos en Cadena, de Cadena SER, sin mucha convicción. Creo que el tema es bueno, pero no había trabajado el texto. Y es que darle mente al minicuento empieza a comerme tiempo del que empiezo a no disponer. El Punto Jonbar Le obligaron a sentarse en el sofá, junto a sus zapatos. Era un castigo leve. Había venido del colegio metiéndose por todos los charcos. Los zapatos eran nuevos y estaban arruinados. De pronto, mi hermano Juanjo se puso en pie en el sofá y comenzó a saltar de aquí para allá, a dar botes y a dejarse caer en los cojines. Mis padres le rieron la gracia. Hace tiempo recordé esta anécdota, y desde entonces pienso que aquél fue el día en que Juanjo comenzó a torcerse irremisiblemente. Hoy le han caído diez años. Y aún tiene otro juicio pendiente. Es un tema de actualidad… El consentimiento permanente que hacemos a nuestros hijos, quizá como réplica a los sopapos que nos daban a nosotros día sí y día casi también. Pero con tantas contemplaciones caemos en dejación de funciones. Evidentemente, educar a un crío a base de guantadas le forja el carácter…