En qué se parecen un huevo y una castaña.
En este ciclo de análisis críticos a los dirigentes nacionales de la cultura le toca hoy al ministro José Guirao , un tipo serio, seco y «estirao». No se trata de hacer burla de los apellidos de las personas como si fuéramos guajes de instituto, pero es que ésa es exactamente la estampa que traslada José Guirao, una persona fría y distante. Lo cual me parece perfecto para dirigir cualquier ministerio, a no ser… A no ser que el tipo me siembre dudas después de diseccionar su entrevista. Recordemos que el almeriense Guirao llega al ministerio tras Maxim el Minim. De nuevo precipitación en las huestes de un gobierno que dijo llegar para ser provisional. Y Guirao, que aparentará ser todo lo frío que quiera, se deja datos que deberían ser reservados. Pero, ah, es que le han llamado de El Mundo y quiere ser majo. Para abrir la entrevista, el maquetador ha decidido resaltar en negrita una confesión devastadora en boca de un ministro de cultura. El hombre, cual chiquillo, celebra haber recibido 500 mensajes de esos instantáneos y 200 correos (que supongo que sean electrónicos). Pues empezamos bien si va a medir el éxito del nombramiento por 700…
En qué se parecen un huevo y una castaña.
Morimos el día que guardamos silencio ante la injusticia. Frase atribuida a: Ernesto «Che» Guevara Casi a mi pesar se ha pegado a mi mano, a modo de estilográfica, el bisturí que tanto se celebraba en mi desaparecido blog Aguja de Bitácora. Ese bisturí sólo puede empuñarse contra cargos públicos que no saben o no quieren hacer bien su cometido. Ya me han avisado de que al firmar con mi nombre me estoy cerrando puertas. Asumo el bloqueo. Pero me gustaría que otros aprendieran a protestar. La protesta puede venir del valor —cuando quien tiene algo puede perderlo, como un cargo, una subvención o una ilusión—, de la inconsciencia —cuando el que protesta ignora lo que puede llegar a no-conseguir—, o del hartazgo, cuando se protesta ante una situación insostenible. A mi juicio siempre hay que protestar mucho antes, para no llegar a situaciones imposibles. Pero bienvenida la protesta que surge del hartazgo: significa que alguien está aprendiendo a protestar. Es el caso de las bibliotecas asturianas. Los funcionarios sumisos dejan de serlo cuando ven que mes tras mes el perjudicado es el usuario, porque el usuario del servicio público es su propia familia y es él mismo. Se ha…
¡Cuéntame un cuento!
Otra de las noticias que había dejado guardadas este verano, es el nombramiento de Olvido García Valdés como directora general del Libro y Fomento de la Lectura (el 6 de julio de 2018). El título de este artículo debería dejar claro mi escepticismo. Vuelvo a coger aguja y bisturí (a la antigua usanza de Aguja de Bitácora) para diseccionar esta entrevista publicada el 4 de septiembre de 2018. No hay como las entrevistas para tomarle el pulso al personal. Aparecen querencias ocultas y derivas solapadas, pero hay que estar atento para que la prestidigitación de las palabras no nos confunda el intelecto. Antes de iniciar la vivisección quiero dejar un aviso a navegantes: mi descreimiento político es de tal envergadura que ni socialistos ni piperos deben ver en mi análisis motivos que les son propios. Por mí os pueden tirar a los tiburones a todos. Y a los que militáis en otras siglas también, no vayáis a confundiros con mi actitud cáustica e irreverente. La política es la religión seglar por excelencia. Allá cada cual con los credos que le lastran la mente. Lo primero que salta a la vista en esta entrevista es la foto de la señora Olvido….
En qué se parecen un huevo y una castaña.
Sin ánimo de ofender a nadie inauguro esta sección para la que ya tengo preparados otros tres parecidos razonables más con personas próximas al mundo literario. De joven me tenía por buen fisonomista, y vamos a ver si ahora, más viejo y más pellejo, conservo esa cualidad. Lo mismo veo peor que Rompetechos, porque cuando me dicen eso de que se parecen como un huevo y una castaña, yo les encuentro parecido… al huevo y a la castaña, digo. Ambos tienen redondeces de esferoide, más anchos por una parte y más estrechos por la otra, y si el huevo es moreno…
El tweet de Idígoras ha tenido reacciones . Por esta vez vuelvo a coincidir con Pérez-Reverte. Ángel Idígoras: Cambié de planes. Ya no hay mural. Perdón a los que haya molestado el verso, aunque no lo entiendo. Nunca espere que un beso fuera polémico y antes que borrar a Aleixandre, prefiero borrar todo, no importa. Espero que dejemos esto ya y nos pongamos a hacer otras cosas bonitas. Arturo Pérez-Reverte: Allá cada cual con lo que escribe y con lo que borra o se cree obligado a borrar. A menudo la cobardía es cómplice de la estupidez. Ahora Idígoras tendrá que pedir PERDÓN a los que nos ha molestado que lo borrara… Y así se arrastrará de la ciénaga al cenagal. Así que luego pide soluciones a Reverte y al mundo. Ángel Idígoras: Qué podía hacer? Borrar el verso sería aceptar su censura. Dejarlo, permitir el insulto público a Aleixandre. Ir cada día a borrar las pintadas? Acepto soluciones y las llevaría a la práctica. A mí no se me ocurre. Yo te las voy a dar chaval. Vuelve a esa esquina y píntalo de nuevo. Te quedará mejor. Aleixandre jamás plegó ante la sinrazón. Sigue su ejemplo. Que ensucien…