«La tribu escuchaba con deleite las narraciones del cruce de lejanas cumbres nevadas, del furioso embate del oleaje surcando mares bravíos, de la travesía de inacabables desiertos de sol y arena; de las escaramuzas nocturnas con bandidos y piratas, de hábiles negociaciones con los poderosos… las inclemencias del tiempo azotando el paso firme de las caravanas, el transitar plácido bajo sacros dólmenes graníticos… de tierras extrañas, de fieras exóticas, manjares desconocidos y mágicas alfombras voladoras. El cuento nació merced al peregrinar de los comerciantes.». (Escuchado en una reunión de comerciantes)
En qué se parecen un huevo y una castaña.
Greguecuento: greguería con sabor a cuento, cuento con olor a greguería… Muerte por convección De salud tan delicada, atrapó una neumonía con el aire que salía del microondas.
«Del relato exagerado de una anécdota nació el cuento. Al calor de la hoguera, el cazador observó que la tribu escuchaba embelesada lo mismo una historia real que una exagerada; y notó que triunfaban las inverosímiles». (Escuchado en una reunión de cazadores)
No está España para cuentos de edulcoradas princesas Disney
Las palabras comodín son aquellas que se usan de forma genérica por pereza o/y torpeza para encontrar la apropiada. Esta sociedad del todo a un clic y sus tecnologías relámpago de la información crean y propagan una nueva categoría de palabras comodín que se emplean en cualquier contexto para resumir una sensación subjetiva. En lugar de hiperónimos suelen ser palabras superlativas, hiperbólicas. Todo el mundo entiende qué quiere decir nuestro interlocutor y en consecuencia todo el mundo las suelta a diestro y siniestro. Gracias a las NNTT estas palabras se expanden como el olor a purines por todo el territorio nacional. Se abusa de ellas hasta que quedan huecas, vacías de contenido, y pierden su significado. Las podríamos llamar palabras zombi. Recuerdo una que cayó en el más absoluto desprestigio… INTEGRAL. Se hacían limpiezas integrales, se ofrecían servicios integrales, existían coberturas integrales, se tendía a una educación integral… La última (antes de la actual), tan reciente que aún infecta nuestras comunicaciones, ha sido GENIAL. —¿Quedamos a las siete? —¡¡GENIAL!! Pero ha empezado a dejar sitio a la nueva(*), que lleva semana y pico estragando entre los perezosos mentales y las gentes sin reflejos gramaticales: BRUTAL. —¿Qué te parece la película?…
«El contador de historias (…) encuentra en la vida contemporánea distorsiones que le repugnan, y su tarea consiste en mostrarlas como distorsiones a un público que se está acostumbrando a verlas como algo natural». Flannery O’Connor, cuentista
Futuro pluscuamperfecto Conocí a Miguel, hijo de Miguel y nieto de Miguel, cuando era niño. Era lerdo. El padre no era completo. Al abuelo le faltaba un hervor. Ahora Miguel es profesor de instituto. Y ha tenido un hijo, al que ha llamado Miguel. Supongo que el niño de mayor será consejero de cultura.
Si soy heterosexual, y no escribo sobre homosexuales, se me acusará de homóbofo (o heteropatriarcal, o machirulo, o vete a saber qué…). Pero… Si soy heterosexual, y escribo sobre homosexuales, se me acusará de apropiación cultural. Entonces… Si soy heterosexual, y no escribo sobre lo que me dé la gana, me estoy autocensurando. Y… Si soy heterosexual, y escribo diciendo lo que me dé la gana, me tildarán de… o facha o perroflauta (según el mainstream que afecte al crítico). Mejor me quedo callado… ¡O MEJOR NO!