El tonto del día
En la línea de cajas, espero pacientemente mi turno. Cuando la señora de delante está terminando de meter su compra en el carro comienzo a colocar la mía en el sinfín. Cuando termino, me muevo hacia delante. Al tipo que viene detrás le entra el baile de san Vito en las manos y acaba empujando algunos de mis productos hacia delante:
—¡Ih! No toques mis cosas. ¡Respeta!
Disforia
—Sólo hay dos sexos: macho y hembra… Esa es la única verdad, lo demás son ilusiones. Y no hay odio en mis palabras, cariño. Sólo hay amor. Quiero que te trate un profesional para que te aceptes y vivas en paz contigo mismo.
No hay comentarios
Los comentarios están cerrados.