Humanidad
—Amigo, dame un euro para un pincho, que tengo hambre.
—¿No tienes para comer pero tienes para el porro que te fumas?
—Pero yo te pido para comer…
—Si no te doy, gastarás lo que tengas en comida. Si te doy, te pago el porro.
Matices conyugales
Le doy al niño un caramelo antes de llegar a casa y mi mujer me riñe porque le quito el hambre. A los dos días se lo da ella, y la interpelo… «Es para abrirle el apetito», me responde.
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