Antisistema hasta el inicio del dolor
A estos antisistema se les acaba la subversión en cuanto les duele la tripita. Entonces van al médico de la Seguridad Social –que no es gratis porque lo pagamos todos, pero ellos dinero no tienen– y exigen que les atiendan, en lugar de curarse con hierbas y emplastos.
Acoso sexual
Es curioso que las que protestaron porque los hombres decían piropos a las mujeres fueron las mujeres que nunca se hubieran llevado un piropo.
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