Aldeanaje
Era tan aldeano tan aldeano, que después de catorce horas de coche, desde Asturias hasta Sevilla, nada más bajarse lo primero que dijo es que le apetecía comer una fabada.
Juguete ideal
Fíjate en un tío (o un virago) con una desbrozadora: puede estar horas haciendo un trabajo que no hace falta y no se cansa; ¡disfruta! Tiene un largo miembro vibrátil que mete ruido entre las manos, remedando aquello de lo que carece entre las piernas. Con una cortacésped lo haría en la décima parte del tiempo.
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