Dodge Dart 1973

11 de noviembre de 2019

(Probando emojis; sí, sé que me he pasado, pero también sé que me paso de ironías y sólo las pillo yo; a ver si con los emojis no aparento tan chulo y engreído).

Esta semana no me han llamado de la Cadena SER 😉, y mira que mandé un cuento que encajaba con la tendencia que está siendo premiada 😎.

Sí,claro: he estado estudiando el tipo de cuentos premiados 😅 y creo que puede extraerse un perfil… Lógico por otra parte, porque un género tan minimalista como el minicuento maniata bastante 😲.

Ahora toca observar para cotejar si los subsiguientes finalistas semanales mantienen el perfil que he inferido a fin de ratificarme 😁. Y comprobar si con el paso del tiempo se van introduciendo sutiles desviaciones que a su vez se conviertan en tendencia, alterando el perfil inicial. Muy interesante este estudio… 😃

Sin duda reciben muchos buenos minicuentos entre la media de ochocientos semanales. Y tampoco sería prudente para la imagen del concurso que llamaran al mismo tipo la semana 6 y la semana 8 😇. Y además… por qué no reconocerlo… tuve algo de chamba la semana 6, dado que habiendo tanto donde elegir me llamaron a mí 😜. Si estoy en lo cierto en mis apreciaciones, me da que voy a estar una temporada en el banquillo 🤐.

También reconozco (me doy cuenta ahora) que el título no es nada amigable 🥺. Ya nadie se acuerda de aquellos cochazos que de niños comparábamos embobados con el R4 de casa o con los mejores Seat de la época… 😢 Y si los que hacen la selección son treintañeros, ni de coña van a saber qué era un Dodge Dart 😱.

Bueno, ahí va mi minicuento con una pátina de nostalgia setentera y justiciera 🥱 para la semana 8 de estos cuentos en cadena del curso 2019-2020.

Dodge Dart 1973
…con su gato Mishi, que no participó, llegaron los Alvarigómez en su flamante coche americano mirándonos con desdén. Ellos pagaban la feria y el concurso. Estacionaron a la sombra del roble, porque nadie se atrevió a aparcar debajo: ¡con el sol que hacía…! Comenzó el concurso de belleza. Los mininos, acicalados, lucían pelos sedosos, y los Alvarigómez, endomingados de blanco en la tribuna, sonreían con desprecio a ambos lados acariciando a Mishi. Nadie reparó en que una portezuela quedó mal cerrada. Marcharon entre aplausos sin advertir cómo iba la tapicería negra después de que cuatro niños se arrebujaran en los asientos con los churros y el chocolate.

 
También, pienso ahora, no comencé el cuento con la frase propuesta, sino que la utilicé como quien coge una conversación al aire. Espero que ese ardid no tuviera ninguna influencia 😩. Lo evitaré en el futuro. Otra cosa más, encajé justo justo las 100 palabras, el máximo permitido. Si su algoritmo de conteo suma los caracteres especiales como palabra completa, los puntos suspensivos por ejemplo, entonces mi cuento no cumplió con las reglas del concurso 😤. Son detalles que, como quedan fuera de mi alcance, he de valorar a la hora de ajustar… Puedo parecer obsesivo, pero ya lo he dicho… un competidor participa para ganar, y observa, analiza, evalúa… 😈. Para mí es divertido, interesante, instructivo…

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