Otra semana más que pifio. Bueno, quizá se me ha subido el yo-yo a la cabeza, no lo niego, pero la leche, a fe que no estoy mandando cuentos flojos al concurso de Cadena SER. A las 18:00… La ventana de los libros.
Amores reñidos, los más queridos Antes de ver lo que Arturito, el repetidor, llevaba en su caja de compases, todo sexto corrió despavorido: ¡Angelita le había rechazado la tarde anterior! Pero entre los compases Arturito traía un clavel amarillo. Angelita, sonriendo con ternura, lo descuajeringó. Arturito, encolerizado, la agarró del cuello para estrangularla… o besarla… Pero Angelita, que sabía pelear, sujetó la cabeza de Arturito y le arreó un rodillazo en sus partes. Arturito se desplomó gimiendo y Angelita, arrepentida, se agachó y le estampó un beso en ‘toa’ la cara. Arturito rió bobalicón: «me quieres…». Angelita, enrabietada, se incorporó y le propinó una patada. Ahora son felices con su matrimonio… Y al cruzarse por la calle continúan ignorándose. |
Bueno, seguro que esta semana los hay mejores. No lo había leído desde el miércoles que lo había enviado y ahora no me parece nada del otro jueves. Pero no cejo, no cejo… jajajá.
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