Hasta el CDTL de Llastres me fui ayer, 20 de diciembre, para asistir a la presentación de la novela Mujeres Errantes, de Pilar Sánchez Vicente.
Me sorprendió la asistencia (conté entre 28 y 30 personas) a la presentación de un libro que ya lleva varios meses en las librerías. Muchas de las mujeres asistentes (eran el 90% del público), se habían leído la novela de la historiadora gijonesa, y compartieron anecdotario marinero.
Pero había entre el público unas mujeres muy especiales… abuelas que habían vivido en primera persona las vicisitudes de las protagonistas de la novela de Pilar, trabajando doce y catorcer horas sin estar aseguradas en factorías de pescado mientras sus maridos faenaban en la mar o se consumían en la tierra y en los bares del pueblo cuando faltaba el trabajo.
Sin duda, mujeres duras de las que ya no se hacen en la Tierra. Ya sabemos lo que dice la canción…
(…) no hay quien pueda,
no hay quien pueda,
con la gente marinera.
Quedo muy agradecido a los socios del Club de Lectura El Faro, de Llastres, por recibirme el año pasado con el calor con que lo siguen haciendo cada vez que mis obligaciones laborales me permiten visitarles.
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