Dos horas de entrevista con Julio Cortázar, sin levantarse de la silla y en blanco y negro. Aquella televisión ya no se hace; hoy todo tienen que ser chistes fáciles (gags), y voces, insultos y carnes al aire.
El magnífico programa A fondo, presentado por Joaquín Soler Serrano, hoy no tendría cabida en los actuales formatos televisivos, donde si no hay movimiento en pantalla, los contertulios deben darse gritos entre ellos. ¿Cuántos modernos televidentes serán capaces de permanecer dos horas ante la pantalla oyendo hablar, escuchando razonar, y comprobando cómo el entrevistador deja hablar y no trata de exhibirse él como si fuera una vedete?
Debo decir que en la entrevista se fuma, y hasta Cortázar, abiertamente, solicita un poco más de whisky (corría el año 1977). Tampoco había pinganillos para indicar al conductor del programa cuándo cambiar de ritmo. El ritmo es el mismo durante toda la entrevista: sólo se busca extraer los conocimientos del autor para brindárselos a la audiencia.
Si con lo que he dicho el lector de esta entrada no siente curiosidad por embeberse de Cortázar, quizá esté en el blog equivocado. Empero, este vídeo que hoy rescato es una joya impagable.
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