Cuentos con dos finales y cuentos con doble final
Artículo de opinión / 24 de abril de 2022

El cuento, por su extensión, puede hacer giros, contorsiones y estiramientos que a la novela, precisamente por su extensión, le están vedados. Lo corto es útil donde lo largo es inútil… o in-útil. Ya he hablado en otras ocasiones de los finales en los cuentos: a ver si hoy rizo el rizo. Hay cuentos con dos finales, uno detrás de otro. Tienen un final como a cuatro quintos (4/5) de la última palabra que cierra el texto y hay un segundo final (quizá inesperado) en la última frase, que va en otra dirección. Otras veces es un final seguido de un epílogo (que funge como final). Y otras, el segundo final es un giro de tuerca, un apretón que salta la rosca y nos deja descolocados. El epílogo a veces explica el final, a veces lo matiza, y otras veces es una simple extensión, una coda como en la película Desmadre a la americana, cuando se nos detalla el futuro que le espera a cada personaje, como si fueran seres reales que tendrán un futuro después de la historia contada. Los cuentos con doble final son difíciles de conseguir. No abundan los cuentos con final dual, y hay que estar…

Virgencita, virgencita, que me quede como estaba…
Artículo de opinión / 22 de enero de 2022

Pertenezco al gremio de escritores por decisión propia. Pero soy rara avis in terris. Me da pereza (que dice la juventud ahora) publicar y tener que empezar a culebrear en el mundo editorial. Si pudiera hablar directamente con el editor… pero hay demasiados intermediarios voraces con afán crematístico en ese mundillo. Igualmente soy rarito porque no me dejo convencer por los últimos postulados del gremio. Cualquier día me echan de la asociación a la que me honro en pertenecer. Mas espero que entre literatos que defienden a capa y espada (es un decir) la libertad de expresión no se siga la moda actual de acallar la voz discordante… amordazarla mejor, si ello es posible, siendo lo óptimo ahogarla y acabar con la fama de su propietario. De momento mantengo mi criterio propio pero noto afiladas miradas de reojo cuando pongo en tela de juicio las nuevas reivindicaciones corporativas y hasta europeas. Voy a mostrar una de ellas. Con la última voz se pide equiparar la propiedad intelectual con la propiedad material. La reivindicación fue acertada en origen y con ocasión de esa campaña me sumé al gremio invitado directamente por el presidente, que lo está haciendo perbién, aunque está metido…

Con la ley hemos topado, Sancho…
Artículo de opinión / 9 de enero de 2022

Enriquete, de niño, pastoreaba ovejas. Guiaba una cabaña de más de doscientas reses. Cierta anochecida hizo un experimento, con el rebaño manso en el redil de montaña. El ganado rumiaba hacinado y se mecía en silencio. La catinga embotaba el olfato de Enriquete el niño. Se agachó tras las ovejas cercanas e imitó un balido. Tras balar dos veces, una oveja, en el centro del rebaño, baló… Y Enriquete el pastorcillo no tuvo que esperar para que otra oveja devolviera la voz ovina. Al cabo de un rato el rebaño balaba aquí y allá, y un momento después el balido colectivo se hizo ensordecedor y la cabaña se agitó en desorden para no ir a ninguna parte. Tras unos minutos, tan rápido como había comenzado, el griterío cesó. Los humanos estamos ovinizados con la comunicación tecnológica. Alguien da una voz y pronto otro responde, y al cabo de un rato hay una marea de balidos. Nos proponen firmar un documento en esa web que acapara direcciones de correo electrónico –con sabe dios qué propósitos– y a nada que se mueva por email, redes y mensajería, pronto hay más de mil firmas sin saber bien qué están firmando. Tengo como afición…

Cuentos (y cuentistas) de los que huyo
Artículo de opinión / 27 de diciembre de 2021

He clasificado cinco tipos de cuento de los que huyo en cuanto los veo venir. De momento son cinco. No descarto que exista alguno más. Si reparo en algún otro, escribiré una apostilla a este artículo. Vamos allá: 1) Cuentos novela.— No me gustan los cuentos escritos con la técnica de las novelas. Si el cuento es bueno, no me importa la extensión (El chico de Pedersen, por ejemplo, que puede pasar de la hora y media de lectura). Pero ha de estar escrito con la técnica del cuento. Si detecto que está escrito con la técnica de la novela, aunque sean tres páginas, lo desestimo. Ahora bien, ¿cuál es esa técnica de la novela? Pues es contar en la narración cosas que no vienen a cuento; es dar detalles irrelevantes; es no ir al grano; es perder el tiempo dando rodeos que nunca terminan. Evidentemente en un cuento de tres páginas no queda espacio para marear la perdiz. Pero cuando me topo con un cuento-novela sé que me esperan veinte o treinta páginas que no me van a contar nada. Me van a hacer perder mi tiempo, no aprenderé nada, acabaré desesperado, y por todo esto lo desestimo. A…

Sobre la (ilusoria) independencia de los personajes
Artículo de opinión / 16 de noviembre de 2021

Estoy leyendo un ensayo de Pedro Juan Gutiérrez sobre el oficio de escritor. El cubano Pedro Juan es un cuentista caudaloso, intenso, aunque él diga que es minimalista. Tal vez sea caudalosamente minimalista (toooma oxímoron). Comparto mucho de lo que dice en Diálogo con mi sombra. Algunos detalles que aporta también los tengo yo escritos por ahí. La diferencia es que él ha triunfado con sus cuentos y servidor continúa inédito: y para seguir, porque no tengo mucho interés en publicar. Ya lo he contado otras veces: como el vecino del tercero que sale a correr todas las mañanas y nunca se inscribirá en una carrera… Pero hay un guiño que revela Pedro Juan Gutiérrez muy alegremente y contra el que yo me rebelo sistemáticamente. Habla de la independencia de los personajes. Y cita fuentes y cita a otros escritores. Y da ejemplos con sus cuentos y con sus novelas cortas. Dice Pedro Juan lo típico: que tiene pensado escribir una historia y que cuando se pone a ello los personajes toman el control y hacen lo que les da la gana, que se independizan de lo planificado por el escritor: PJG: (…) en aquella ocasión escribiendo El Rey de…

Leyendo en comandita
Blog - ReD / 18 de octubre de 2021

Algunos amigos tengo todavía con los que me escribo aprovechando las NNTT, desde el arcaico correo electrónico hasta el ágil Telegram (por algún motivo el SMS se ha caído de nuestra panoplia). Nos hemos prohibido enviarnos memes y vídeos de chavalas que no son de verdad. Algunas veces hasta nos llamamos por teléfono. Eso sí, si alguno llama es, invariablemente, para invitarme a comer. Pero a veces llegan cartas (electrónicas) que me provocan una sonrisa lateral. El que ha llegado esta mañana ha logrado que a medida que va pasando la tarde la sonrisa me va llegando de oreja a oreja. Y como no me quito el gesto bobalicón de encima voy a ver si recupero mi serio rictus habitual transcribiéndolo aquí. Hola amigo: No me preguntes por qué, ni me riñas, pero he caído en lo que tú más criticabas: me he metido en un club de lectura de cuentos. Llevo sólo unos meses, pero ya voy viendo que entre los lectores del club se dan ciertas afinidades y adherencias. Entrar en estas comunidades cerradas es sencillo, pero ser aceptado de verdad cuesta un potosí. Y si llegas queriendo comentar algo desde el escaso punto de vista literario que…

Enseñando «La gallina de los huevos de oro» a los escritores
Artículo de opinión / 10 de septiembre de 2021

En la lucha por el reconocimiento de los DERECHOS DE AUTOR ni todo vale ni todo es válido. Agárrense a las correas porque a partir de aquí este autobús transitará por terreno sinuoso. Hace tiempo que no oigo la reivindicación de cobrar a las librerías de viejo por la reventa de libros (ver «Manifiesto de los Autores Europeos», punto 4), lo que significa que falta menos para que vuelva a ponerse en boga: 4. LEGISLACIÓN SOBRE EL PRECIO ÚNICO DEL LIBRO (…) Los Estados Miembros deberán tomar consciencia de los problemas que representa el mercado del libro usado/de segunda mano, que supone alrededor de un 20% del mercado del libro y del que ni los autores ni los editores se benefician. (el subrayado es mío) Defenderé los derechos de autor pero nunca el abuso, porque no apruebo el hacer daño sin más razón que un sórdido interés crematístico. Se está logrando que las bibliotecas paguen por lo que ha sido su función durante eones: el préstamo de libros para personas con escasos medios económicos para acceder a la cultura. O para aquellos que no quieren pagar veinte o treinta euros por el último timo editorial, una novela de seiscientas páginas…

El manido narrador del siglo XX
Artículo de opinión / 21 de mayo de 2021

Se me antoja que echando la vista atrás podemos delinear el perfil de un narrador que atraviesa cada siglo. Si estoy en lo cierto no será más que un cliché, lo sé, pero vamos a jugar a trazar ese contorno. El narrador del siglo XIX tiene un lenguaje petulante y educadamente almibarado para los estándares del incipiente siglo XXI. Es un narrador al que me gusta leer pero que empalaga. Y quienes escribimos corremos el riesgo de recrearnos demasiado en estas delicuescentes gramáticas de autores decimonónicos. Se debe huir de quererse imbuir y dejarse influir por esos textos melifluamente sonoros al buen gusto y a las buenas maneras. Hoy en día el narrador trata al lector de forma más directa. Con respeto pero sin contemplaciones, paños calientes, ni circunloquios algodonados. Vamos ahora al objeto de este artículo, el narrador del siglo XX. Quizá pueda extraerse alguna conclusión. Todo un siglo de literatura no puede condensarse en un único narrador, lo sé también. Pero algo inasible me dice que una década es un espacio de tiempo insuficiente para extraer tendencias del inconsciente colectivo. Quizá pudiera personalizarse un narrador por cada uno de los cuatro quintoquinquenios que tiene un siglo. El narrador que vertebra el…

El timo de los cuentos sin final
Artículo de opinión / 15 de mayo de 2021

Hay lectores que confunden un cuento sin final con un cuento con final abierto. Y aunque hay autores (algunos con reputación en el género) que tratan de darnos el gato de un cuento sin final por la liebre de uno con final abierto, no es lo mismo. A estos escritores les llamo los santones del cuento. El santón escribe con corrección. De hecho es cuanto se puede decir de él. Tras leer uno de sus cuentos el lector reconocerá: «Escribe bien», como si tuviéramos que aplaudir al que pone el intermitente para girar a la izquierda. El santón de los cuentos escribe con elegancia de sustantivos, fluidez de adjetivos, verbos precisos y adverbios apropiados. Utiliza indefectiblemente el pedantesco narrador que vertebra el siglo XX, acendrado y distante, heredero del arquetípico narrador del siglo XIX, ese narrador correcto y también petulante y educadamente almibarado que hizo las delicias de nuestros abuelos, y también las nuestras a cambio de no abusar de sus lecturas (si es que quieres escribir como se estila en el siglo XXI). Los textos del santón son amenos y se leen sin enganchones, aunque de vez en cuando tiene la picardía de soltar un sustantivo o un adjetivo que obliga a…

Enseñar el Cuento XXXII – El conde Lucanor a editores y poetastros y poetastras
Artículo de opinión / 21 de abril de 2021

En los fastos en torno al Día Internacional de la Poesía, los editores desde sus editoriales han intentado hacer un esfuerzo en pro de un género que entre todos están enterrando. Poetas apenas quedan… Así que los editores han acabado echando tierra al hoyo por dar cobijo al absurdo que en este artículo voy a mostrar. Aunque si no les llega otra cosa… (—¡Carajo!, niéguense a publicar chorradas presentadas como si fueran poesía a base de truncar frases). Durante esos días, webs y blogs literarios presentaron… no diré versos porque más parecen burlas al lector. Como soy viejo, gusto de poesías con métrica, ritmo y rima. Pero entiendo y asumo lo que se ha dado en llamar verso libre. Quizá sea más fácil, aunque no tan lírico, no constreñirse a una métrica y a una rima para expresar ideas profundas con bellas palabras que nos remuevan, nos evoquen, nos ensueñen y nos acunen mientras reflexionamos sobre realidades intangibles (toooma oxímoron). Quizá el último poeta ha sido Blas de Otero. O quizá todavía queden quienes se esfuerzan midiendo versos, pesando sílabas, haciendo sonar las palabras. Lo cierto es que desde que se instauró el verso libre cualquiera se cree con licencia…

De mercenarios y mercaderes que escriben cuentos
Artículo de opinión / 4 de abril de 2021

Ignoro si los cuentos que escribo pueden considerarse literatura. Y me gustaría saberlo. Sí sé que cuando escribo soy libre de hablar de, y de decir lo, que me viene en gana. Ambas ideas, libertad y literatura, están estrechamente relacionadas. Han caído en mis manos, en cuestión de veinticuatro horas, dos textos que confrontan una realidad que resumiré así: Que te publiquen no quiere decir que lo que escribes sea bueno; que no te publiquen no quiere decir que lo que escribes sea malo. Soy consciente de que dicho por alguien inédito suena a disculpa y justificación: Quizá si no te publican es porque lo que escribes asusta… Quizá si te publican es porque lo que escribes es intranscendente, con lo que no lloverán críticas y escraches sobre la editorial. Los escraches han llegado con las nuevas tecnologías… Una quedada digital, un boicot generalizado, y una editorial podría «verse obligada» a pedir disculpas para apaciguar a cientos de mentecatos (quienes nunca comprarán un libro que les haga cuestionarse sus credos) que han encontrado su fuerza en la masa borreguil sin más esfuerzo por su parte que clicar en un botón. Personas mejor formadas que yo y con criterio propio opinan…